RUTA POR LOS CASTILLOS DE ESPAÑA: CASTILLA-LEÓN (ZAMORA)

Si te gusta, compártelo:

Crepúsculo y aurora.

Puentes de Zamora.

El alba

se enreda entre los troncos

de los álamos verdes,

orillados de oro.

Puentes de Zamora.

De oro del poniente

tienes la frente roja;

la brisa cabecea,

cecea entre las hojas.

Crepúsculo y aurora.

Puentes de Zamora.

  (Blas de Otero, Que trata de España. CANCIÓN ONCE)

CASTILLO DE ALBA DE ALISTE

El primer documento en el que se menciona el castillo es un diploma de Sahagún del 960, en el que aparece como Alba Castello, con ocasión de una donación de Sancho I de León.

Los primeros tenentes están documentados en el 1189, siendo estos García López y Pedro Fernández de Castro “El Castellano”. El castillo fue ampliado y reforzado durante el siglo XII, posiblemente por orden de Fernando II de León, en el contexto de las guerras entre León y Portugal. La fortaleza fue adquiriendo cada vez un mayor protagonismo, teniendo un papel relevante en las guerras fronterizas con Portugal y Castilla durante el reinado de Alfonso IX de León tras su boda con Teresa de Portugal y con el reino de Castilla tras su enlace posterior con Berenguela de Castilla.

Fue tomado en 1196 por Alfonso VIII de Castilla , pasando a manos del infante Fernando de León en el Tratado de Cabreros (1206), poniendo fin a las disputas existentes entre los reinos de León y de Castilla. En 1220 Alfonso IX donó el castillo a los templarios (Concordia de Villafáfila), aunque la orden la debió tener antes, pues en el documento refleja la entrega como una devolución:

Yo, el Señor Alfonso, Rey, restituyo por medio de este documento al Maestro y a la Orden Militar del Templo, Alba de Aliste con todos sus derechos y posesiones.

En 1310, el comendador de Alba de Aliste, Fray Gómez Pérez, se refugió en el castillo después de la expulsión de Castilla de la orden templaria. Tras su extinción de esta orden perteneció a la Orden de San Juan. A lo largo de los dos siglos siguientes pasó por diferentes manos: Pedro de Aragón, don Álvaro de Luna y Alonso Enríquez, cuyo hijo segundo, Enrique, obtuvo en 1459 el título de conde de Alba, otorgado por merced de Enrique IV de Castilla.

El castillo jugó su último papel bélico en la guerra de Restauración portuguesa, siendo tomado por los portugueses en 1640.

CASTILLO DE PEÑAUSENDE

a ocho días del mes de diziembre anno suso dicho, nos, los visitadores, visitamos la fortaleza de la dicha villa de Pennausende y hallamos en ella por alcayde a Juan de Chaves al cual pedimos la entrega della e nos entregó las llaves e le echamos fuera de la dicha fortaleza e entramos en ella en nombre Vuestra Magestad.

A la entrada della ay un cubo de piedra y cal, e el çimiento dél de cantería alonborado, razonablemente labrado; e entrando más dentro ay otra puerta de cantería ençima de la qual están dos escudos de piedra blanca con çiertas armas. Más alto, ençima de la dicha puerta, ay una garita, e entrando dentro, en el çircuyto de la dicha fortalez, ay en medio della una torre de omenaje de piedra de manpuesto e barro(Descripción año 1528).

CASTILLO DE FERMOSELLE

Según fuentes de comienzos del siglo XIII, el castillo era propiedad de la diócesis de Zamora. Con anterioridad perteneció a doña Urraca, esposa del rey Fernando II de León.

Durante el siglo XVI fue plaza fuerte en la guerra de las Comunidades y bastión frente a la vecina Portugal, llegando a ser tomado durante la guerra de Restauración portuguesa por las tropas portuguesas en 1654.

CASTILLO DE LOS CONDES DE BENAVENTE (Puebla de Sanabria)

Las primeras referencias documentales proceden del siglo XIV: torre baxa que llamavan de los Losada, haciendo referencia a la propiedad de los Losada por su participación en la guerra contra Pedro I.

En el último tercio del siglo XV, la familia Pimentel, condes de Benavente, ordenó ejecutar la mayor parte de los trabajos de la actual fortaleza.

Las sucesivas guerras con Portugal del siglo XVIII y durante la invasión napoleónica dejaron el castillo prácticamente destruido. Así, en la Guerra de la Independencia, el castillo acogió algunos destacamentos de la División Serrar.

Tratando de avituallarse, avanzaron por el camino de Braganza, oponiéndose a su marcha el general Silveira, que se dirigió a su encuentro sobre la villa de Puebla de Sanabria, donde los franceses habían entrado el 29 de julio, llegando los portugueses al amanecer del día siguiente día 30. Silveira con sus dos Brigadas de Milicias y 200 soldados del XII regimiento de caballería cercó el castillo de Puebla, un 3 de agosto, obligando a capitular a los franceses el día 10. Los franceses entregan sus armas personales, 9 piezas de artillería de gran calibre y un Águila perteneciente al batallón suizo que allí se rindió (La Opinión de Zamora).

FUERTE DE SAN CARLOS (Puebla de Sanabria)

En 1640, tras el levantamiento por la Restauración de la Independencia de Portugal, se inició una nueva etapa en las fortificaciones de Puebla de Sanabria, consolidándose un segundo recinto fortificado dotado de baluartes que abarcaba toda la colina.

Durante la Guerra de Sucesión, el fuerte fue atacado por las tropas anglo-portuguesas que apoyaban el bando del archiduque Carlos (1710). A lo largo de la ocupación portuguesa se acometieron algunas obras de importancia, siendo la villa y el castillo recuperado por la Monarquía Hispánica en 1715, de acuerdo con lo establecido en la Paz de Utrecht. Durante el transcurso de la guerra, los ingleses se dedicaron a volar todos los baluartes de la zona española de la frontera con Portugal, aprovechando para dejar intactos los portugueses.

Tras el fin de la guerra de sucesión, el prestigioso ingeniero francés Carlos Robelín, al servicio de Felipe V, redactó un proyecto para Puebla de Sanabria que nunca llegaría a acometerse.

Después de la guerra de los Siete Años (1756-1673), el ingeniero general Juan Martín Cermeño decidió reforzar las defensas de la frontera norte con Portugal. Este proyecto nunca llegaría a ejecutarse por razones económicas.

CASTILLO Y MURALLA DE CASTROVERDE DE CAMPOS

A lo largo de la segunda mitad del siglo XII y comienzos del XIII cobró una singular importancia como centro fortificado del sistema defensivo leonés en la zona de Tierra de Campos.

En el extremo noreste de la villa se aprecia un pequeño altozano terreno rodeado por un talud que cae hacia el valle, en las inmediaciones del puente medieval (J:A: Gutiérrez).

Las defensas no impidieron la toma por parte del ejército de los reyes de Castilla y Navarra en el ataque a tierras leonesas de 1197. La plaza fue defendida por el conde Fernando de Cabrera.

Después de la guerra, Alfonso IX concedió fuero a Castroverde (1199) y su castillo formó parte del lote entregado en arras por el monarca leonés a Berenguela en el acuerdo de 1199.

CASTILLO DE BELVER DE LOS MONTES

La documentación existente data el castillo en el siglo XIII, durante el reinado de Alfonso IX, en una época en la que la Tierra de Campos era disputada entre los reinos de León y Castilla.

CASTILLO-CASTRO Y RECINTO DE CASTRONUEVO DE LOS ARCOS

Los orígenes se contextualiza entre los reinados de Fernando II y Alfonso IX de León (finales del siglo XII y principios del XIII), en el contexto de la separación política entre León y castilla.

CASTILLO DE CASTROGONZALO

La separación de León y Castilla a la muerte de Alfonso VII en 1157 hizo que las plazas militares próximas a la difusa línea fronteriza entre ambos reinos adquirieran un particular interés.

Las obras de fortificación de la Mota de Castrogonzalo se desarrollaron en el año 1466, durante el mandato de Rodrigo Alfonso Pimentel

CASTILLO DE GRANUCILLO DE VIDRIALES

Se estima que fue edificado con anterioridad a 1446 por miembros de la familia Escobar, señores de la localidad, siendo posteriormente vendido por los Pimentel, Condes de Benavente, a mediados del siglo XV.

CASTILLO DE ASMESNAL (Alfayaz de Sayago)

El castillo de Asmesnal jugó un importante papel durante el siglo XV en las guerras de Portugal y, probablemente, participó en el devenir histórico del Reino de León en una etapa anterior, desde el siglo XII. 

CASTILLO DE VILLALONSO

De entre sus numerosos señores, destaca la orden de Alcántara a quien Alonso Pérez de Vivero compró la propiedad, haciendo permuta en 1449 con Juan de Ulloa que, en 1470, obtuvo el título de señor de la villa de Villalonso.

Ulloa, regidor y alcaide de Toro cuando se desencadenó el conflicto de la Guerra de Sucesión Castellana, se declaró partidario de la causa portuguesa y murió defendiendo el castillo en 1476. Su viuda, María Sarmiento, continuó en la lucha, pero fue derrotada. El pacto de rendición establecía el perdón real de los Reyes Católicos y el derecho a conservar la fortaleza de Villalonso. Años más tarde, su hijo Diego se alineó con los comuneros; tras la derrota, fue condenado a muerte en 1524, aunque pudo conmutar la pena por el pago de 10.000 ducados, consiguiendo la restitución del castillo.

En el siglo XX la fortaleza era propiedad de Ángela María Téllez-Girón, duquesa de Osuna. En esta época fue escenario de películas, como Robin y Marian, protagonizada por Sean Connery y Audrey Hepburn.

CASTILLO DE CASTROTORAFE (San Cebrián de Castro)

La primera referencia se encuentra en los tiempos de Juan de Castilla «el de Tarifa», hijo de Alfonso X de Castilla.

En nombre de Dios amen. Conocida cosa sea a todos quantos esta carta vieren como yo el infante don Juan, fijo del mui noble rei don Alfonso señor de Vizcaya … ordeno e fago mio testamento … otro si mando que entreguen al mio finamiento Castro Torafe la villa e el castillo con todas las labores que y hovieren fechas al maestre e al convento de la orden de Santiago de que la io tengo para en mios días (Testamento del infante don Juan, 1319).

En el siglo XV, Alfonso de Valencia y Bracamonte llevó a cabo obras de refuerzo del castillo, adaptando la vieja fortaleza del siglo XIV al empleo de la artillería.

(En 1688) la villa de Castrotorafe esta arrasada y sin habitacion alguna sino es la iglesia y esta necesita de muchos reparos y la cerca de dicha villa esta toda aportillada y caida y el castillo y fuerte en quanto a la canteria esta bueno pero la bivienda del palacio que avia en el toda esta arrasada e inabitable y se tiene noticia que en tiempo que fue comendador el señor conde de Benavente dicho palacio se avitaba y en dicho castillo avia armas y tiros y al presente no ay cosa alguna (www.puebloenpueblo.com/).

FUERTE DE CARBAJALES DE ALBA

Felipe IV ordenó hacer plazas de armas fortificaciones y artilladas en Carbajales, Alcañices y Torregamones, guarneciéndolas con un tercio fijo de 800 hombres que con su nombre organizó y pagó la ciudad. También se fortificó la de Puebla de Sanabria. Así nació el Fuerte Militar de Carbajales, en torno a la antigua iglesia-fortaleza de los templarios.

Las instalaciones jugaron un papel importante durante la Guerra de la Independencia y estuvo habitado hasta el siglo XIX por un pequeño destacamento de soldados que defendían la propiedad.

CASTILLO-TORRE DEL CARACOL (BENAVENTE).

Con origen en los siglos XII, cuando el portugués Juan Alonso de Pimentel fue nombrado I Conde de Benavente. La mayor parte del castillo fue destruida por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia,. En la fachada de dicha torre todavía se conservan algunos escudos de ellos.

CASA DEL CID (Zamora)

Algunas fuentes la consideran la casa del Cid, aunque para otros era de Arias Gonzalo.

Se conservan dos ventanas ajimezadas de arquillos ultrapasados que parecen datar del siglo XI, si bien el conjunto de la edificación fue muy transformado a lo largo de los siglos XII y XIII.

CASTILLO DE ZAMORA

Según las crónicas, fue mandado construir por Alfonso II de Asturias, aunque otros estudios afirman que probablemente estaría realizado por Fernando I de León (siglo XI).

Bajo el reinado de Felipe V se le hicieron reformas destinadas a adaptarlo a las nuevas técnicas de guerra, como la artillería.

CASTILLO DE ALCAÑICES

Alfonso IX de León concedió el castillo a los templarios en 1211, y en él se celebraron varios capítulos provinciales de la orden.

ALCÁZAR DE TORO

Construido en el siglo X. El 16 de enero de 1356 se encontraba ahí María de Portugal, esposa de Alfonso XI, cuando su hijo Pedro el Cruel llegó y ordenó a sus escuderos que mataran a varios nobles que acompañaban a la reina.

E estonce luego entvió decir el Rey á la Reyna Doña Maria su madre, que estaba dentro en el Alcázar que saliese de allí, é se viniese para él. E la Reyna enviole pedir merced por aquellos Caballeros que allí estaban con ella que los perdonase. E el Rey le envió decir que ella se viniese, que después él sabría que facer de los Caballeros que con ella estaban (… ) E la Reyna salió del Alcázar, é venia con ella la condesa doña Juana, mujer del conde Don Enrique, otrosi Don Pero Estevanez Carpentero Maestre que se llamaba de Calatrava, é Ruy González de Castañeda, é Alfonso Téllez Girón, é Martin Alfonso Tello (…) Otro Escudero llegó e mató a Martin Alfonso Tello (…) E la Reyna Doña María, madre del Rey, quando vió matar asi á estos Caballeros, cayó en tierra sin ningun sentido como muerta (…) é después levantarla, é vió los Caballeros muertes enderredor de sí, é desnudos, é comenzó á dar grandes voces maldiciendo al Rey su fijo, é diciendo que la deshonrára é lastimára para siempre, é que ya más quería morir que non vivir (Pedro López de Ayala).

Fue residencia de Juan II de Castilla cuando asistía a las Cortes. Posteriormente, el castillo tuvo su protagonismo durante la Guerra de Sucesión Castellana (batalla de Toro, 1 de marzo de 1476). Tras el abandono que sufrió en el siglo XVI como residencia real, el castillo inició un lento declive.

En 1936, el Alcázar fue utilizado por el bando sublevado como centro de reclusión de republicanos.

PALACIO DE LOS CONDESTABLES DE VILLALPANDO

El primitivo castillo data del siglo XII. En el siglo XV fue incendiado por los comuneros, y sobre sus ruinas Iñigo I levantó otro palacio.

Esta villa perteneció a la Orden de los Templarios hasta la supresión de la Orden. En 1312 la villa pasó a manos de la corona, hasta que en 1341 Alfonso XI otorgó a Juan Alfonso de Benavides los lugares, vasallos y heredades del Temple.

Concluida la guerra civil contra su hermano Pedro I el Cruel, Enrique II donó la villa al francés Arnao de Solier (1369), en pago de los servicios prestados en la mencionada contienda. Años después debido al matrimonio de su hija, María Solier con Juan de Velasco, perteneciente a la familia de los condestables de Castilla, la villa pasó a estar incorporada al señorío de los Velasco.

CASTILLO DE VILLAFÁFILA

En 1156 se citan en diversas fuentes los tenentes de la villa, por lo que se intuye la existencia de una fortaleza en aquella época.

En 1332 Villafáfila y el castillo de la villa, pasaron a ser propiedad  de por vida den Juan Alfonso de Benavides al casarse en segundas nupcias con doña Mayor Vázquez de Minzo que llevó en su dote la villa y el castillo. En 1497 perdió su papel defensivo.

Cuando se construyó la Real Fábrica de Salitres, a fines del siglo XVIII, el administrador del duque del Infantado, señor de la villa, trató de comprar las ruinas del castillo, pero no hubo acuerdo. A lo largo del siglo XIX se reparceló para vender solares y construir casas.

FUERTE DE TORREGAMONES

La Guerra de Restauración portuguesa de 1640 y la situación fronteriza de Zamora propició los cambios en las defensas de la ciudad, de la villa de Puebla de Sanabria y la construcción del “Fuerte Nuevo” de Torregamones.

r

Ricardo Aller Henández

Si te gusta, compártelo:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *