BREVE HISTORIA DEL AJEDREZ
El predecesor de todos los juegos de la familia del ajedrez surgió presumiblemente en la India septentrional como juego para cuatro. Este ajedrez primitivo se conocería como chaturanga en Persia y tras la conquista por los árabes continuaría expandiéndose por otros territorios.
El ajedrez llega a Europa a través de al-Ándalus, donde se hizo muy popular, afianzándose su práctica durante la Reconquista. Durante la Edad Media la comunidad judía escribió al menos cuatro obras sobre el ajedrez, siendo el más destacable el Poema de ajedrez, atribuido al rabino sefardita Abraham ibn Ezrah , allá por el siglo XII. Toda la documentación existente hasta el momento acerca de este juego fue traducida y recopilada por el rey sabio Alfonso X en el libro Juegos diversos de Axedrez, dados, y tablas con sus explicaciones, ordenados por mandado del Rey don Alfonso el sabio (1283). Es el tratado más antiguo de ajedrez existente, consta de 98 folios de pergamino con 150 miniaturas y se conserva en la biblioteca de El Escorial.
Fue en la España de Alfonso X cuando el ajedrez tomó ese aspecto medieval que tiene hoy, con el rey y la reina, los caballeros, las torres y los obispos, que en español son alfiles, aunque la forma de jugar era más parecido a como jugaban los persas en el siglo V, al menos hasta 1475. La partida más antigua de la que se tiene constancia, según la «Enciclopedia Oxford de partidas de ajedrez» data de 1490, aunque no sigue las reglas del ajedrez moderno.
Con el paso del tiempo las normas fueron modificándose hasta llegar al ajedrez moderno. Estas novedades se introdujeron probablemente en Valencia entre los años 1470 y 1490 y se manifestaron en el poema valenciano Scachs d′amor, el documento más antiguo sobre el ajedrez moderno. Los compositores y a la vez famosos ajedrecistas fueron Francesc de Castellvi, Narcis Vinyoles y Bernat Fenollar. En el año 1495, Francesch Vicent publicó el primer libro de ajedrez con el título Libre dels Jochs Partits dels Schacs en Nombre de 100 ordenat e compost.
En el año 1497 se cree que el eclesiástico y ajedrecista español Luis Ramírez de Lucena escribió Repetición de Amores y Arte de Ajedrez, con 150 juegos de partido, publicado en Salamanca. Hacia 1512 aparece en Roma el libro de aprendizaje de Pedro Damiano Questo libro e da imparare giocare a scachi et de le partite, obra que marca el comienzo del ajedrez moderno y que tanto influyó en un por entonces jovencísimo Ruy López de Segura.
APERTURA ESPAÑOLA
Creada por Ruy López de Segura, es un tipo de apertura que a día de hoy se sigue utilizando. Esta modalidad pretende sacar rápidamente al caballo, al alfil blancos para facilitar un enroque y aportar cierta ventaja para las piezas (Ruy las llamaba trebejos) blancas. Esta apertura comienza con el avance de dos casillas de los peones del rey de ambos bandos (e4, e5) con el objetivo de controlar el centro y brindar apertura para el desarrollo del alfil y la reina. A continuación, el caballo del rey ataca directamente al peón negro, el cual a su vez es defendido por el caballo de la reina del bando contrario (Cf3, Cc6); posteriormente las blancas amenazan al caballo enemigo con su alfil, dando así vía libre para el enroque corto y amenazando dos piezas al mismo tiempo. A partir de esa base se plantean gran cantidad de variantes.
UNA VIDA MÁS ALLÁ DEL AJEDREZ
Ruy López era un hombre que abarcó muchas facetas de la sabiduría: sacerdote, ajedrecista, gramático…, el extremeño era un hombre ansioso por el conocimiento, tal y como testimonia su tratado Grammaticae institutiones (Lisboa, 1563), obra dedicada al excellentíssimo domino Sebastiano Portugaliæ Regidicate, con el que pretendía intervenir en la educación del rey Sebastián, que por entonces contaba nueve años, facilitándole el conocimiento de la lengua latina. El documento está firmado por Roderico López à Sigura y el proemio corre a cargo de Enrique Manuel de Portugal, obispo de Évora y fundador de su universidad y sería después cardenal-rey.;
Se tiene constancia que en 1570 figura su nombre en las listas de inscripción para emprender viaje al Nuevo Mundo desde Sevilla:
“N.º 89. El Bachiller Rui López de Segura, clérigo, natural de la villa de Zafra, hijo de Hernán López de Segura y de María López de Segura, su mujer, se despachó a las provincias de Perú por cédula de su […] en —12 de octubre”.
En el margen aparece la nota: “cualquier navío”, lo cual indica que viajaba solo y que deseaba partir cuanto antes.
Su hermano Alonso figura inscrito como comerciante para viajar a Perú el 13 de marzo de 1564, por lo que pudiera haber sido su llamada la que animase a Ruy a emprender el viaje. Como en octubre de 1570, cuando se inscribió, ya había partido la Armada hacia el Nuevo Mundo, había que esperar hasta el próximo año, pero en 1571 no pudo formarse la Armada para el viaje, pues todos los navíos habían sido requisados para la flota cristiana de la Santa Liga contra el turco, al que vencieron en la batalla de Lepanto.
Con estos datos es de suponer que Ruy viajó a América en 1572, lo que da pie a pensar que hasta principios del año siguiente no estuvo instalado en Perú. Durante los dos años que el clérigo permaneció en Sevilla hasta iniciar su viaje, le visitaron Giovanni Leonardo da Cutri, apodado il Puttino, Giulio Cesare Polerio l’Abruzzese y Paolo Boi, llamado il Siracusano, deseosos de enfrentarse al que, probablemente, era el mejor jugador de ajedrez del mundo. Gracias a las notas que tomó Polerio en sus cuadernos de ajedrez, han llegado hasta nosotros cuatro de las partidas que allí se jugaron: tres de ellas contra il Puttino, con el resultado de una victoria y dos tablas a favor de López, y una contra el Siracusano, con victoria de López.
Del rostro de Ruy solamente disponemos de varias recreaciones en sellos de correos de Guinea Bissau, Kampuchea, Laos y Cuba y en un cuadro de Luigi Mussini , de 1886, que retrata el primer Torneo de Maestros de la historia.
LA PARTIDA DE 1575
Existe un cuadro de Mussini titulado Sfida scacchistica alla corte del Re di Spagna (Desafío ajedrecístico en la Corte del Rey de España) en el que se recrea una de las partidas que supuestamente acontecieron durante el Primer Torneo Internacional de Ajedrez, organizado por Felipe II en agosto de 1575, a instancias de Ruy López, celebrado en el monasterio de El Escorial, aun en obras.
Hay que advertir que este torneo no está históricamente documentado y, por tanto, este suceso se encuentra bajo las sombras de una leyenda auspiciada por Alessandro Salvio un jugador italiano de la época que escribió Il Puttio alttramente il cavalliero errante de el Salvio y que según el historiador de ajedrez H.J. Murray ya tenía escasa credibilidad entre sus contemporáneos.
Atendiendo a los hechos que se narran, aquel sería el primer torneo internacional documentado, dotado de un premio de 1.000 ducados, una capa de Armiño y la exención de pagar tributos a la ciudad del ganador durante veinte años.
Cuatro fueron los invitados al evento: los españoles Ruy López, el granadino Alfonso Cerón y los italianos Leonardo da Cutri y Paolo Boi. Las reglas establecían que el campeón sería aquel que obtuviera tres victorias seguidas.
En la escena recreada por Mussini, Da Cutri —junto al tablero y vestido de naranja— , se levanta, separando la silla enérgicamente con la mano izquierda, mientras con la derecha muestra al rey el tablero. Al otro lado de la mesa, con ropas talares, Ruy López, sigue estudiando la partida.
A pesar de algunos pequeños aportes imaginativos, la pintura es relativamente fiel a la ocasión y, exceptuando a Fray Diego de Chaves y a don Juan de Austria, que se encontraban en Italia, es muy probable que el resto de los personajes estuvieran presentes.
Junto al campeón español se encuentra de pie el Duque de Lorena, a la derecha fray Diego de Chaves, confesor y, a la vez, consejero y colaborador del rey. A Da Cutri, le sigue Cristóbal de Moura, que parece hablar o escuchar al segundo Felipe, a cuya derecha, y, apoyando la mano en el brazo de su sillón, se encuentra su hija Isabel Clara Eugenia, a quien una doncella habla disimuladamente al oído. Por su parte, Catalina de La Cerda, duquesa de Lerma, es la dama que aparece detrás del sillón en el que está sentada la reina, Ana de Austria. Finalmente, aparecen dos mayordomos, uno de los cuales habla con don Juan de Austria.
El ganador fue el calabrés Da Cutri, que aunque perdió en primera instancia contra Ruy López alcanzó las tres consecutivas requeridas.
Felipe II envió sus más sinceras felicitaciones a don Juan de Austria en una carta que quedó documentada para la historia con fecha de 22 de agosto de 1575.
LOS ÚLTIMOS AÑOS
Escasa es la información que se tiene de los últimos años de Ruy López de Segura. Se tiene constancia que su hermano Alonso volvió a Zafra hacia 1590 y que regaló a su villa el Hospital de Convalecientes, lo que indica la buena marcha de sus negocios en Perú, y que falleció en Zafra. Como no dejó ni una sola palabra sobre su hermano y no se le nombra en su testamento, hay que suponer que Ruy había fallecido en Perú antes de 1590.
La huella de la estancia de Ruy López en Perú la proporciona casi tres siglos después Ricardo Palma en sus Tradiciones peruanas, décima serie, en el apartado titulado “Atahualpa”.
Pronto dejó de ser el ajedrez el juego favorito y exclusivo de los hombres de guerra, pues cundió entre las gentes de Iglesia: abades, obispos, canónigos y frailes de campanillas. Así, cuando el descubrimiento y la conquista de América fueron realidad gloriosa para España, llegó a ser como patente o pasaporte de cultura social para todo el que al Nuevo Mundo venía investido con cargo de importancia el verle mover piezas en el tablero. El primer libro que sobre ajedrez se imprimiera en España apareció en el primer cuarto de siglo posterior a la conquista del Perú, con el título de Invención liberal y arte axedrez, por Ruy López de Segura, clérigo, vecino de la villa
Zafra y se imprimió en Alcalá de Henares en 1561. Ruy López es considerado como fundador de teorías, y a poco de su aparición se tradujo el opúsculo al francés y al italiano.
Ricardo Aller Hernández
Estimado Ricardo, como le decía tengo documentado que Ruy López nunca regresó a España murió en Perú por lo que no pudo estar en El Escorial en 1575 y otro dato, aunque este no es concluyente, El Escorial no se terminó de construir hasta 1584, pero partes de él ya estaban por lo que de haber tenido lugar la fabulación del torneo bien pudo haberse en alguna de las alas del monasterio. Pero como nunca tuvo lugar no sirve para mucho ese dato sólo como aporte a nada. Saludos cordiales
Miguel ANgel Npomuceno
Hola, de nuevo.
Por eso le preguntaba dónde podía uno documentarse, por puro interés. Yo he sido incapaz de contrastar la permanencia de Ruy en Perú desde su marcha hasta su muerte.
Gracias
Estimado Ricardo Aller: Me llama poderosamente la atención que vuelva a repetir lo que dijo en su primer post sobre el viaje de Ruy López a Perú y que un servidor entrecomilló en mi respuesta. Bien, es sabido que desde su partida al Perú poco se conoce sobre la vida del clérigo de Zafra, pero si lo suficiente para saber documentalmente que en 1575 no estaba en España ya que en 1573 se encontraba con su hermano Alfonso en Perú. Llevo años investigando a López y los archivos han sido, pese a su parquedad, generosos con quien esto escribe.
Pero aún resulta más llamativo que un historiador o investigador base sus conjeturas en un «puede que si , puede que no», cuando la primera regla de un historiador es demostrar, si puede, documentalmente las afirmaciones que hace.
Bien, ni la carta ni el torneo tuvieron lugar. Está documentado de varias fuentes, las principal es que en 1575 fecha del torneo Ruy López estaba en Perú donde murió hacia 1585, se desconoce el año pero su hermano Alfonso en esa fecha testa y no le menciona ya. La carta de Felipe II a D. Juan de Austria es una invención de Alessandro Salvio un jugador italiano de la época que en su libro Il Puttio alttramente il cavalliero errante de el Salvio» dice, el rey podía haber escrito una carta de este tenor, y se la inventa como ejemplo, pero no existió. Respecto al óleo de Mussini de 1781, como bien sabe es una receración como otras románticas sobre hechos históricos famosos, pero el pintor se limita a recrear lo que el Salvio escribió en el libro arriba mencionado. El cuadro es una sarta de invenciones como las que escribe El Salvio ya que varios personajes en él representados no estaban en la corte en ese momento como
don Juan de Austria o Fray Diego de Chaves, confesor del rey que se encontraban en Italia por diferentes motivos, Saludos cordiales. Miguel Angel Nepomuceno
Muy interesante su aportación.
Seguramente sea más idóneo empezar advirtiendo que históricamente no está documentado que se celebrara un torneo de ajedrez en la corte de Felipe II y que, por tanto, el torneo se encuentra bajo las sombras de la leyenda. Según el historiador de ajedrez H.J. Murray afirma que Salvio tenía escasa credibilidad ninguna y era conocido por los historiadores italianos como un farsante.
Aún hay una cosa que no llego a comprender (y perdone mi obstinación). Estamos de acuerdo que Ruy estaba en Perú en 1573, pero ante la falta de evidencias, ¿por qué Ruy no pudo estar en Madrid en 1575? Aún le quedaban como mínimo diez años de vida.
Gracias una vez más por su aportación.
Una prueba más de que se escribe utilizando el noble arte del corta-pega, veamos dice el autor: «Con estos datos es de suponer que Ruy viajó a América en 1572, lo que da pie a pensar que hasta principios del año siguiente no estuvo instalado en Perú» . (donde murió sin regresar a España ,MANepomuceno), por lo tanto es muy difícil que en 1575 jugara en El Escorial ante Felipe II el famoso y falso torneo donde pierde ante Leonardo ano ser que tuviera el donde la ubicuidad. Saludos.
En relación al tema que se infiere, según la Real Academia de la Historia Ruy hubo de esperar hasta la Armada de 1572 para iniciar su viaje al Nuevo Mundo. Ello permite conjeturar que hasta principios del año 1573 no estuvo instalado en Perú. Po otro lado, añade que a partir de esa fecha poco o nada se sabe de su vida, lo que no nos permite saber (o al menos yo) con exactitud dónde se encontraba en 1575.
Yo no me atrevería a afirmar con la contundencia de MIGUEL NEPOMUCENO que el torneo de ajedrez de 1575 no se jugara. Puede que sí, puede que no. Lo único cierto es que existe un cuadro de Mussini titulado Sfida scacchistica alla corte del Re di Spagna (Desafío ajedrecístico en la Corte del Rey de España) que incita a pensar que por qué no.
En fin, sea una cosa o la otra, agradecer al lector la creación de un nuevo estilo: el corta-pega-mejora.
Curiosísimo. Tus artículos siempre nos enseñan la gloria de España y de personales desconocidos para muchos españoles. No vuelvo a jugar contigo al ajedrez !!! Me ganarías!!!