VALPARAÍSO Y EL CALLAO: MÁS VALE HONRA SIN BARCOS QUE MARINA SIN HONRA
Buenos Aires, 1847. El sol del atardecer cae sobre el bergantín Volador, tiñendo de color ocre la toldilla, la escala, la caña del timón y parte de la cubierta donde se acumula buena parte de la tripulación, fijas sus miradas en la dirección que señala desde la cola el vigía, quien acaba de dar la […]