
A lo largo de su vida, el rey Alfonso III, busco la estabilidad del reino, para este fin, su matrimonio con la princesa navarra Jimena fue muy importante. De esta manera, logró asociar la política asturiana a la de los vascones más alejados, que mantenían su independencia en las montañas de lo que más tarde llegaría a ser el reino de Navarra. De igual forma, se mantenía a raya a los indómitos alaveses, que ahora se encontraban entre los dos estados.
Asturianos y navarros lucharon contra Muhammad ben Lope por el dominio de la Rioja, ni este, ni su hijo, muerto frente a los muros de Pamplona, lograron desestabilizar la alianza astur-navarra.
El primer decenio del siglo X, última etapa del reinado de Alfonso III, registra tres acontecimientos importantes: el ataque a Zamora, la expedición alfonsina a Toledo y la revuelta contra el monarca por parte de sus hijos.
En 901 Zamora, será atacada por un fuerte contingente de beréberes, dirigidos por Ibn al-Quitt. Alfonso los rechaza, tras tres días de lucha, y apresa y da muerte a su jefe. Así, consolidó la frontera en el Duero.

Entre los años 906 y 907, se produce la expedición a Toledo. Como antigua capital visigoda, para el rey Alfonso representaba una baza importante dentro de su política intervencionista. En Toledo es bien acogido, pero al regreso de su expedición descubre, la conjura para destronarle que había surgido dentro de su familia. Por este motivo, encierra a su primogénito, García. Acosado por el suegro de García, el conde Nuño Fernández, el rey Alfonso se ve obligado a abdicar y se retiró a su villa de Boides. El rey fallece en 910, se cree que después de liderar una última expedición contra los musulmanes.
Al comienzo del siglo X, las fronteras del reino astur habían avanzado considerablemente hacia el sur. El río Mondego será el límite por occidente. La frontera continua por el Duero hasta el río Arlanza. Las plazas más avanzadas serán Coímbra, Zamora y Toro, cuando al comienzo del reinado de Alfonso III eran Tuy, Astorga y León.
A la muerte de rey, sus hijos se reparten el reino: Fruela se quedará en Oviedo, Ordoño en Galicia y García los últimos territorios anexionados. La capital se traslada a León, comenzando así una nueva etapa en la España cristiana.

El rey de León, García, acometió una nueva expedición a Toledo y Talavera (911) en la que consiguió un gran número de cautivos. En 914 atacó a los musulmanes en la Rioja y los venció en el castillo de Arnedo, pero enfermó y murió de forma inesperada. A su muerte, su hermano Ordoño viene desde Galicia a León donde es aclamado como rey, según la costumbre visigoda, por una asamblea de obispos y magnates.

Con Ordoño II, el reino astur-leonés se integra en una unidad política. El nuevo rey establece de forma definitiva el poder político en León, reconstruye sus murallas y edifica nuevos templos y palacios.
En 916, Abd al-Rahman III, pasa a la ofensiva y devasta las tierras leonesas; al año siguiente repite la acción y llega hasta San Esteban de Gormaz, donde es derrotado por Ordoño. El éxito hace que Ordoño junto con Sancho Garcés, decidan la conquista de la Rioja: saquean Nájera y Tudela y toman Calahorra y Arnedo (918). En 920, Abd al-Rahman III decide emprender una gran expedición contra los cristianos para acabar con el peligro desde el norte. Desde Córdoba, llegó a Toledo, Guadalajara y Medinaceli; siguió hacia el norte por Tudela, cruza el Ebro y en Valdejunquera derrota a los leoneses y navarros. Las fronteras no se vieron afectadas.

El problema grave es que comenzó la discordia entre leoneses y castellanos. El rey Ordoño mandó llamar a su presencia a los condes castellanos Nuño Fernández, Fernando Ansúrez, Albomondar Albo y a su hermano Diego, y los condujo presos a León. Al parecer el rey les acusó de no defender suficientemente el territorio o de no prestar la suficiente ayuda para la defensa de Navarra. Los condes quedaron libres tras dar sus explicaciones oportunas, pero el ambiente atisbaba cierta división. En 924 Ordoño II repudió a su mujer y se casó con Sancha, hija de Sancho Garcés. En ese mismo año muere el rey. Le sucede su hermano Fruela II y al año muere enfermo de lepra. Su muerte provocó una grave crisis de sucesión.

José Carlos Sacristán