En el siglo XIII, Barcelona era un puerto en el Mediterráneo, perteneciente a la Corona de Aragón. Había sido durante aquel siglo, como otros puertos pertenecientes a la Corona, origen de expediciones y lugar de reunión de tropas. Tortosa, Palma de Mallorca o Valencia, que se encontraban en la misma situación, pero Barcelona, aun careciendo de un puerto natural, consiguió ser una de los principales centros comerciales de los siglos XII y XIV del Mediterráneo occidental, aunque sin llegar a eclipsar a Génova y Venecia, que se encontraban mejor situadas para dominar el comercio entre el Mediterráneo cristiano y Asia.
En 1298, su rey, Juan II, ostentaba los títulos honoríficos de Portaestandarte, Almirante y Capitán General de la Santa Iglesia Católica. Haciendo honor a este último, impulsó una serie de obras en defensa de la filosofía Católica, en aquella época amenazada por un Islam triunfante.
Barcelona ya tenía una catedral de dimensiones apreciables. De hecho contaba con una catedral románica, construida a su vez sobre otra de época visigótica y que había substituido a una basílica paleocristiana de época romana. O sea que ya había precedentes de diversos edificios en el mismo solar. La idea de Juan II, no era de substituir totalmente el edificio existente, sino de reutilizarlo y modificarlo paulatinamente y por tanto se conservó la advocación original que era la de la Santa Cruz y la de Santa Eulalia. Dicha santa, era según la tradición, una romana que con trece años, se enfrentó a las autoridades romanas durante la persecución ordenada por el emperador Diocleciano y que está reconocida como santa también por la Iglesia Ortodoxa.
A Juan II, se le conoce como “El Justo” y era rey de Aragón, Valencia y conde de Barcelona. Había nacido en Valencia en 1267. También ostentó el título de rey de Sicilia entre 1285 y 132. Tenía una visión internacional de los territorios que dominaba y supo detectar los principales problemas que podían amenazar a los territorios, por otra parte, bastante dispares, que dominaba. Para él, una amenaza clara era el Islam, que estaba desalojando a los Cruzados en el otro extremo del Mediterráneo y que presionaban desde la cercana África a las costas cristianas. Guerreó activamente en todos los frentes, sin olvidar el diplomático y el cultural. En esta faceta es donde se encuentra su actuación para engrandecer una construcción religiosa como era la catedral católica de Barcelona.
En 1298, Juan II se encontraba en Barcelona, organizando su viaje a Sicilia, cuya corona era contestada por Carlos de Anjou, y aprovechó la estancia para dar oficialmente el encargo al obispo de Barcelona, Bernado Pelegri y colocar la primera piedra del edificio. Como hemos dicho, la obra no se pensó como una substitución total, sino como una remodelación gigante. El edificio nunca dejó de dar servicio religioso. Se empezó por la cabecera, desmontando la antigua catedral románica y aprovechando muchos elementos decorativos y probablemente sillares y material diverso.
Debido a esta filosofía del proyecto, la catedral gótica tiene el mismo eje que la románica y el deambulatorio están construido alrededor del ábside románico. En 1338, bajo la dirección del maestro de obras Jaime Fabre, se finalizan el ábside, capillas radiales y la cripta. En 1358. El nuevo maestro era Bernat Roca y estaba construyendo los primeros tramos de la bóveda principal y la galería sobre las capillas. En 1384, le rey Pedro el Ceremonioso, redactó un documento oficial, quejándose de los desperfectos en las conducciones de agua a su palacio, causados por los derribos poco cuidadosos de la antigua catedral. En 1387, Pere Viader era el nuevo responsable de las obras hasta 1397, en que lo substituyó Arnau Bargues, que finalizó la sala capitular. Posteriormente su ayudante Jaume Sola se hizo cargo del proyecto desde 1407 a 1412. Después vino Bartolomé Gual hasta 1441, que finalizó el cimborrio. Andrés Escuder, estuvo hasta 1463 y finalizó el claustro y prácticamente el resto del edificio, excepto la fachada. Las obras duraron alrededor de 150 años.
EL edifico quedó sin fachada hasta el siglo XIX, cuando con motivo de los preparativos para la Exposición Universal de Barcelona en 1888 y después de casi cuatrocientos años sin realizar grandes trabajos, el promotor Manuel Girona Agrafel convocó un concurso para la finalización de la fachada en 1882. La obra fue adjudicada a Josep Oriol Mestres, que se inspiró en los viejos bosquejos realizados en 1408 por Carles Galtes de Ruan. Las obras se concluyeron en 1913 con la finalización del cimborrio, diseñado por Augusto Font Carreras.
Se puede decir que una obra iniciada en el siglo XIII, como símbolo del poder del cristiano católico en un reino amenazado por el Islam, se finalizó en el siglo XX, como símbolo del poder empresarial y económico de una ciudad que se daba cuenta que su modo de vida iba siendo substituido por las nuevas corrientes mundiales.
Manuel de Francisco Fabre
https://www.catedralbcn.org/index.php?Itemid=78&id=26&lang=es&option=com_content&view=articlehttps://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_la_Santa_Cruz_y_Santa_Eulalia_de_Barcelona