Narración creada por Guadalupe, primaria
Enviada por Prof. Fátima Hernández
Colegio Buen Pastor
¡Hola Grumetes! Bienvenidos al mayor viaje conocido que se ha realizado en la historia de la humanidad. ¿Sabéis de cual os hablo? Si, si, ese con el que se terminó de demostrar la esfericidad de la tierra; si, si, ese llevado a cabo por españoles; si, si, ese en el que se le dio por primera vez la vuelta al mundo sin usar avión, ni tren, ni coche, ni helicópteros, sino barcos, y no barcos cualquieras. En este viaje se usaron naos. Una nao es una embarcación dotada de cubierta y velas pero no dotada de remos, usadas en los siglos XIV, XV, XVI y XVII. En concreto nuestra Nao protagonista se llama “La Nao Victoria de Fernando de Magallanes, y más tarde de Juan Sebastián Elcano”.
La nao Victoria, nuestra protagonista, el primer barco en dar la vuelta al mundo.
Bueno, que os parece si os cuento algo de esta maravillosa aventura. No os creáis que es invención mía, hay textos del viaje que explican esta expedición detalladamente. Por ejemplo, ¿Sabíais que todavía existe el diario de la expedición? No lo escribió Magallanes, ni Elcano, lo escribió Antonio Pigafetta, un sabio veneciano que acompañó a Magallanes en el viaje. De los 239 hombres que zarparon con Magallanes, él fue uno de los 18 que lograron regresar a España, por eso tenemos esta información.
Fernando de Magallanes era Portugués, pero no consiguió convencer a los reyes de Portugal para que financiara su viaje, y sin embargo si lo hizo el rey español Carlos I. Para convencerlo Magallanes le dijo que tenía un plan para llegar a las Molucas, o Islas de las especies sin pasar por tierra de turcos. En aquella época las especies eran más deseadas casi que el oro, y Carlos I no iba a ser menos. Sí, definitivamente se realizaría ese viaje.
En marzo de 1518 Carlos I nombra almirante a Magallanes para que parta a la búsqueda de las «islas de la especies». Comienzan entonces todos los preparativos, fueron muchos, muchos, porque salieron cinco naos (Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y Santiago) con un total de 239 tripulantes, que tenían que comer y beber a saber durante cuanto tiempo… El 10 de agosto de 1519 partieron de Sevilla las cinco naves, capitaneada por Fernando de Magallanes por el Guadalquivir, hasta Sanlúcar de Barrameda. El 20 de septiembre la expedición zarpó, hace ahora 500 añacos, y a pesar de todo tuvieron éxito. ¿Qué cómo lo consiguieron? Ahora os lo cuento, pero tendréis que estar muy atentos al mapa.
Aunque hicieron en principio un buen trayecto hasta la bahía de San Julián (muy al sur de América del Sur), les cogió el invierno, y Magallanes quiso quedarse allí hasta la primavera. Aquí empezaron los problemas, el deseo de regresar de los marineros, que además pensaban que habían fracasado porque no habían conseguido cruzar América y encontrar el paso hacia las islas de las especias, junto con el desagradable paisaje, hicieron que los capitanes de las otras cuatro naves tramaron un motín para matar a Magallanes, que afortunadamente no salió adelante. Poco después la nao Santiago naufragó mientras exploraba. Además, llegados a la boca del que sería el estrecho de Magallanes, por el que por fin rodearían América y llegarían al Mar del Sur, la nave San Antonio, decide desandar el camino por la noche y regresar a España. No os lo he dicho, pero esta nave era la que llevaba más comida, así que los dejaron bien tirados. Y aunque consiguieron llegar al Mar del Sur y éste estuvo en calma (por eso ahora le llamamos Océano Pacífico) estuvieron 3 meses sin tocar tierra, y recolectar alimentos.
Así apareció la hambruna y una enfermedad: el escorbuto, que aparece cuando no se toman frutas y verduras, así que ya sabéis amiguitos ¡5 porciones de frutas y verduras al día para ser un grumete con alegría!.
Pero no todo fueron malas noticias, el 6 de marzo de 1521 encontraron una isla con indígenas que les hicieron regalos (probablemente la actual isla de Guam), allí descansaron y se repusieron. Tras coger fuerzas el testarudo Magallanes y sus hombres siguieron en búsqueda de las Molucas. Navegando, navegando llegaron a la isla de Cebú, perteneciente al conjunto de islas que más tarde se conocería como «islas Filipinas» en honor de Felipe II, hijo de Carlos I, el rey de España que los financió. En esa isla, no encontraron indígenas amigables…
Precisamente luchando contra una tribu cebuana cuyo jefe se llamaba Lapulapu, Magallanes murió al ser alcanzado por una flecha envenenada que le dio en la pierna. Ocurrió el 27 de abril de 1521 en la batalla de Mactán. Su muerte fue una pena, pero más aún saber que estaba a menos de 1 día de viaje de llegar a las Molucas.
Tras la muerte de Magallanes y la batalla, los miembros de la expedición decidieron partir y quemar la nao Concepción porque no quedaban suficientes marineros para transportar las tres naves. Así se quedaron con la nao Trinidad, y la nao Victoria, cuyo capitán fue nuestro segundo protagonista Juan Sebastián Elcano, español de Guipúzcoa. Se echaron a la mar y llegaron por fin, después de tantísimo esfuerzo a las islas Molucas. Allí cargaron con todas las especias que pudieron y emprendieron el regreso a España.
La Trinidad navegaba mal, y la única solución que encontraron fue dejarla en el puerto de Tidore para ser arreglada. Elcano tomó el mando de la expedición de regreso con la Victoria, navegando por los mares portugueses bordeando África por rutas conocidas, aunque teniendo que esquivar las flotas portuguesas. Así, la nao Victoria llegó a Sevilla en septiembre de 1522, al cabo de casi tres años de viaje, con 18 supervivientes, eso sí, de ellos 3 grumetes.
¿Y a que no sabéis que hicieron nada más llegar? No fueron a ver a su familia, ni a comer, ni a beber… fueron directos a la catedral de Sevilla a rezar. Esto no lo dice Pigafetta, pero yo me imagino que para dar gracias a Dios y a la Virgen de la Antigua por haberlos devuelto con vida después de tantas problemas.
Pero lo mejor de esta historia, no es que quien la sigue la consigue, y que con esfuerzo y tesón consiguieron llegar a las islas de las especies y traerse un buen botín. Porque que sepáis que al final de todo, la expedición fue rentable, trajeron 27 toneladas de clavo, lo equivalente a 8 millones de maravedíes (la moneda de la época), así que el rey Carlos I sacó su dinerito. Sino que tras atravesar el océano Índico y dar la vuelta a África, Juan Sebastián Elcano completó la primera circunnavegación del globo (69.813km), una importantísima hazaña para la época y para la historia de la humanidad.