Concurso V Centenario: 1519 – 1522

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Narración creada y enviada por Vicent Martínez

Todo comenzó cuando Colón quiso alcanzar las Indias navegando hacia el oeste en busca de las riquezas de Asia. Encontró oro en La Española y en Centroamérica, pero jamás encontró las islas de las especias, que hoy conocemos como las Molucas.

Tras el Tratado de Tordesillas (1494), el mundo quedó dividido en dos por una línea imaginaria en el Atlántico: España tenía el control de la zona oeste y Portugal la zona este.

El paso por tierra del Atlántico al Pacífico ya se conocía en 1519.

Fernando de Magallanes creía en la posibilidad de llegar a las islas de las especias navegando hacia el oeste y después regresar a España. Su plan era bastante semejante al de Colón.

Magallanes, nacido en Portugal, tenía experiencia marítima y conocía bien las Indias. Entonces no había cartas de navegación de esa zona del mundo.

El rey de Portugal no apostó por la aventura de Magallanes; entonces éste se dirigió a España para exponer al rey Carlos I su atrevido proyecto.

El 22 de marzo de 1528 fueron firmadas unas Capitulaciones en Valladolid para llevar a cabo la expedición; en ellas se nombraba a Magallanes «gobernador y adelantado de todas las tierras que descubriese».

Se organizó la expedición, formada por cinco embarcaciones con 239 hombres al mando de Magallanes en la nave capitana, llamada La Trinidad.

El segundo mando era el español Juan de Cartagena, supervisor general de la armada.

Juan Sebastián Elcano partió como maestre de La Concepción, comandada por Gaspar de Quesada.

En la expedición también viajaba Antonio Pigafetta.

La escuadra partió de Sevilla el 10 de agosto de 1519 saliendo del Guadalquivir, cerca del actual puente de San Telmo.

Durante las siguientes semanas Magallanes y los demás capitanes iban y venían a Sevilla en sus falúas para atender los imprevistos y allanar dificultades mientras se acababan de ordenar los preparativos.

La expedición partió definitivamente de Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519.

Sanlúcar sería también el punto de regreso tras completar la primera vuelta al globo.

La primera escala tuvo lugar en Tenerife y la travesía atlántica continuó pasando frente a las islas de Cabo Verde y las costas de Sierra Leona.

La flota navegó a través del Atlántico hacia América.

El 3 de octubre de 1519 el tiempo empeoró, por lo que la flota tuvo que detenerse para no naufragar hasta que pasase la tempestad.

Durante la travesía, Juan de Cartagena junto con otros oficiales, pidió a Magallanes ser consultado de todas las cosas relativas al viaje como «persona conjunta» según las instrucciones del rey de España.

Cuatro meses después de haber salido de España, la flota se acercó a las costas de América.

El 13 de diciembre de 1519 tocaron tierra en la bahía Santa Lucía, donde hoy se encuentra Río de Janeiro.

Desde ahí siguieron por la costa hacia el sur, donde encontraron un gran canal, pero se dieron cuenta de que aquello era una ensenada de 300 km. tierra adentro, el estuario del río de La Plata (el más ancho del mundo).

Tras esta decepción fueron costeando el litoral hacia lo desconocido, llegando a la costa de lo que Magallanes llamó La Patagonia.

Los capitanes Gaspar de Quesada, Luis de Mendoza, Antonio de Coca y Juan de Cartagena se amotinaron contra el almirante por desacuerdo con el mando, pretendiendo regresar a España por considerar que la expedición había fracasado definitivamente. Entre los amotinados estaba Juan Sebastián Elcano.

La insurrección fue reprimida con la muerte de Mendoza.

Magallanes condenó a muerte a Quesada y desterró a Juan de Cartagena y al clérigo Pedro Sánchez de la Reina, pero perdonó a más de 40 hombres por serle necesarios para llevar a cabo la expedición.

Esta continuó hasta el extremo meridional del continente, y entre octubre y noviembre de 1520 pasó el estrecho que une los dos océanos. Cruzarlo fue muy difícil a causa de lo complicado de la costa.

Hábilmente consiguieron salir de aquel «laberinto» y dirigirse hacia el océano Pacífico, bautizado por Magallanes como Estrecho de Todos los Santos.

El 21 de noviembre de 1520 surcaba la armada de Magallanes por vez primera aquel mar del Sur que recibió el nombre de Pacífico por la tranquilidad de sus aguas.

En el largo trayecto entre el Estrecho de Magallanes hasta su llegada a las Islas Marianas no descubrió ningún punto de tierra firme, por lo que la hambruna y el escorbuto azotaron a la tripulación. El agua se corrompió y los hombres comían incluso cuero reblandecido y serrín.

El 6 de marzo de 1521 llegaron a la isla de Guam. Y el 16 del mismo mes arribaron a Sámar. Esto significaba que fueron los españoles los primeros europeos en avistar las islas Filipinas. La intención de Magallanes era evangelizar y bautizar a los indígenas. Como testimonio de su cristiana intención se levantó la llamada Cruz de Magallanes colocada en Cebú.

En la madrugada del 7 de abril de 1521, Magallanes y 50 de sus hombres llegaron a la playa de Mactán para luchar contra Lapulapu y mil de sus hombres.

Un indígena corrió hacia Magallanes y le clavó una lanza en la pierna. Los españoles perdieron en este enfrentamiento y Magallanes murió luchando.

Ni siquiera habían llegado a Las Molucas, las islas de las especias.

A su sucesor, Duarte Barbosa, lo mataron a traición en Cebú junto a 30 de sus hombres. El resto de la expedición decidió abandonar Cebú y nombró como jefe de la expedición a Juan López de Carvalho, hasta entonces piloto mayor de la flota. Después fue depuesto Carvalho y nombraron jefe a Gonzalo Gómez de Espinosa, capitán de La Trinidad. También se acordó poner a  Juan Sebastián Elcano  al frente de La Victoria.

Y continuaron la navegación hacia las islas de las especias.

¡Menuda aventura!

Llegaron a las islas Molucas el 7 de noviembre de 1521, atracando en la isla de Tidore al día siguiente.

En diciembre de 1521, con las dos naves cargadas de clavo, se dispusieron para regresar a España. Sin embargo, descubrieron una vía de agua en La Trinidad que hacía necesaria una larga reparación. La Victoria volvió a España mientras La Trinidad se quedó en el puerto de Tidore para ser reparada y regresar por el Pacífico hasta Panamá.

Espinosa completó la reparación de La Trinidad en abril de 1522 y se hizo a la mar, pero los contínuos temporales impidieron su avance, y una fuerte tormenta dañó gravemente la nave. Algunos españoles fueron hechos prisioneros por los portugueses. Cinco de ellos regresaron a Europa  -Espinosa entre ellos-  y no fueron liberados hasta 1527.

Elcano, al mando de La Victoria, atravesó el océano índico dando la vuelta a África y evitando los puertos africanos controlados por los portugueses.

De esta forma completó la primera circunnavegación del globo.

Después regresó a España, recalando en Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522. Dos días después atracaba La Victoria en Sevilla.

En el muelle les esperaban las autoridades de la ciudad y los miembros de la Casa de la Contratación en pleno, junto a una inmensa multitud que contemplaba la llegada de la desvencijada nave. Los navegantes no desembarcaron aquel día, sino a la mañana siguiente, en camisa y descalzos, con cirios en las manos y en procesión. Se dirigieron a la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y a la capilla de la Virgen de la Antigua de la catedral de Sevilla. Era necesario dar gracias a Dios y a su Madre Santísima.

La carga de especias que trajo la nao Victoria cubrió con creces los gastos de toda la expedición (cinco naves en total).

De los 239 hombres que partieron de Sevilla capitaneados por Magallanes, solamente a 18 les cupo la suerte de regresar a España al mando de Elcano después de haber vencido tantas y tantas dificultades.

Los cinco supervivientes de La Trinidad que habían emprendido una ruta de regreso distinta desde las Molucas, también completaron la vuelta al mundo, aunque no regresaron a Europa hasta 1525 ó 1526.

La primera vuelta al mundo había terminado y con ella se demostraba la esfericidad de la tierra, ya que marchando siempre en la misma dirección, se llegaba al punto de partida.

El emperador Carlos I, al recibir a Elcano, le entregó por escudo un globo con la leyenda: «Primus  circumdedisti».

La aventura que Magallanes comenzó en 1519 el día de San Lorenzo, concluyó en 1522 en la fiesta de la Natividad de la Virgen María.

No se puede decir otra cosa, ateniéndonos a los hechos reales, más que fue España la que consiguió dar la vuelta al mundo por primera vez.

Por eso damos gracias a Dios.

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