LA PERSECUCIÓN ANTI-CATÓLICA EN LOS SIGLOS XIX Y XX EN ESPAÑA ( y III)

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Tras los sucesos luctuosos de mayo del 1931 que dejaron  huella en la memoria colectiva de los católicos, creando el temor de que estos hechos se repitiesen. Este temor se hizo realidad en Sevilla, a lo largo del año 1932, en Granada en abril y el mes de octubre, en Galicia, Asturias, Aragón, Vascongadas y Andalucía. Fueron prohibidas las procesiones, retirados los crucifijos de los colegios y hospitales.

                           1933. Siguen los actos incendiarios

  Al día siguiente del día de año nuevo, 2 de enero, arde  la iglesia parroquial del Real de la Jara (Sevilla). A mediados de enero hay intentonas de incendiar en Sevilla una iglesia y en Murcia un convento. Pasados dos meses en marzo arden 5 iglesias en Galicia: en Bemantes, Noguerosa, Pontedeume y en Miño. Estos mismos hechos se repiten en Galicia el mes de mayo, en esta ocasión son en Cigras, Anceis, San Jorge de Iñas, San Pedro de Nos, Oleiros, Pravío…. El Nuncio Tedeschini informó a la Santa Sede de estos hechos.

  En agosto continuaron los ataques a Iglesias; el 2 de agosto la Virgen de los Desamparados en Valencia sufrió un ataque. El 15 de agosto, la festividad de la Asunción de la Virgen ardió la Iglesia parroquial de Utiel, en Barcelona, en Las Palmas, en Cabañas del Ferrol.

  En resumen, en el año 1933 ardieron 28 iglesias y conventos, 26 casas religiosas y multitud de imágenes profanadas sacrílegamente y destruidas.

                        Elecciones del 19 de noviembre de 1933

Alejandro Lerroux

 El 19 de noviembre del 1933 se celebran las elecciones generales con una clara victoria de la derecha de la coalición entre el Partido Republicano Radical liderado por Alejandro Lerroux y la C. E. D. A. liderado por Gil Robles.

 La izquierda no aceptó la pérdida de las elecciones y el P. S. O. E. en unión con la Esquerra Republicana de Cataluña organizó un golpe de Estado en octubre del 1934 para implantar la dictadura del proletariado, en Asturias y en Cataluña fueron los principales focos donde triunfó este intento de golpe de Estado revolucionario;  en Cataluña Companys, declaró la República Independiente de Cataluña que duró 10 horas.

             En el año 1934 continúa la pesadilla, la revolución con asesinatos

  Antes de que sucediera el intento de golpe de Estado de la Izquierda en octubre, hubo hechos incendiarios de iglesias que precedieron; pero ya llegado el mes de octubre comienza la gran pesadilla.

 En Cataluña, los días 6 y 7 de octubre, las principales diócesis que se vieron más afectadas fueron de Lérida, Solsona y Barcelona.

  En Castilla y León, el movimiento revolucionario, dejó tras de sí el asesinato del director del Colegio de Maristas en Barruelo de Santullán (Palencia). Cuatro sacerdotes fueron perseguidos a punto de ser asesinados. Las iglesias de Barruelo de Santullán, Brañosera y Salcedillo incendiadas.

   En la diócesis de León fue asesinado el párroco de Muñeca (Palencia). En las siguientes ciudades, las iglesias parroquiales ardieron con el consiguiente patrimonio religioso destruido, como fueron las de Valverdín, La Bandera, Valporquero de Vegacervera, Cistierna, Verdiago, Sabero y el Santuario de la Virgen del Brezo

 La revolución en Asturias

 La revolución en Asturias dejó una huella de 34 sacerdotes asesinados, entre los que destacan 10 salesianos dedicados a la enseñanza de niños pobres, 9 Hermanos de La Salle y un pasionista; beatificados el 21 de noviembre del 1999. También fueron saqueados, destruidos, e incendiados 58 templos, entre ellos La Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, que fue dinamitada. La Revolución de octubre del 1934 fue el dramático preludio de la guerra vivil.

  El Nuncio en España Tedeschini escribía estas palabras reflexionando a la Secretaría de Estado del Vaticano el 25 de octubre del 1934, decía lo siguiente: «… el odio acumulado después de tantos años de propaganda de doctrinas perversas, ha tenido una explosión que sellará una de las páginas más dolorosas y vergonzosas de esta Nación. De la comarca minera poco se hablaba en los periódicos y en las publicaciones, pero allí se andaba fraguando, en cambio, una preparación que explica, si no los excesos, al menos el movimiento armado revolucionario de aquellos mineros…»

                   1936: La Primavera Trágica del Frente Popular

 Tras el demostrado enorme pucherazo de las elecciones del 16 de febrero del 1936, el asalto al poder y a las instituciones del Estado por parte de la unión de izquierdas, el Frente Popular, se extiende por España una especie de locura colectiva de máxima violencia de asalto, destrucción, quema de iglesias, profanación de tumbas etc.

 El 12 de enero del 1936, en Madrid, en el cine Europa, Largo Caballero “el Lenin Español” decía lo siguiente: «Antes de la República nuestro deber era traer la República; pero establecido este régimen nuestro deber es traer el socialismo, y cuando hablamos de socialismo no nos limitamos a hablar de socialismo a secas, hay que hablar de socialismo marxista, de socialismo revolucionario». 

 La primavera del 1936 fue testigo de un proceso de radicalización entre partidos y un proceso de bolchevización de España por parte del Frente Popular; los sucesos cargados de violencia se radicalizaron aún más. La Iglesia católica fue uno de los blancos de la radicalización de la violencia y de la bolchevización.

 En Elche el 20 de febrero las iglesias fueron destruidas reducidas a escombros, incluida la antigua iglesia del Salvador, tanto la Iglesia como el convento de las clarisas ardieron y al apagarse el fuego las turbas volvieron para profanar las tumbas y las imágenes, los retablos de las iglesias calcinados.

  La diócesis de Murcia fue una de las que también más sufrió la violencia destructiva, donde destacan Yecla, Villena, Cehegín, Jumilla, Caravaca.

 En Yecla ardieron 14 templos y desaparecieron 375 imágenes el 16 de marzo.

 Una de las características que fue muy común es la inacción de las fuerzas de seguridad, por falta de órdenes, de las autoridades, cómplices de los sucesos luctuosos y dramáticos.

La matanza de los frailes en Madrid el año 1834

 En Madrid el 3 y 4 de mayo vuelven a suceder las mismas circunstancias que en el siglo XIX con la matanza de los frailes en Madrid el año 1834 en aquella ocasión el bulo fue “el envenenamiento por parte de los frailes de las fuentes públicas” en esta ocasión fue “la entrega de caramelos envenenados por curas  y monjas a los niños en las puertas de los colegios”, como resultado el edificio de las Escuelas Católicas fue totalmente destruido, en esta ocasión de nuevo las fuerzas de seguridad en lugar de solución fueron un verdadero problema.

 Fueron destruidos 4 colegios católicos y 4 iglesias en Madrid.

  Estos sucesos serían la punta del Iceberg de lo que estaba a punto casi de comenzar: la guerra civil.

Julio 1936, terror y aniquilación. La Iglesia mártir.

General Mola

Con el intento fracasado de golpe de Estado dirigido por el General Mola, en julio del 1936, desemboca en una cruenta Guerra Civil, España queda dividida en dos y a lo largo de toda la guerra civil los católicos que están en la zona del Frente Popular no solo viven la evidente persecución por pertenecer a la iglesia Católica, sino que tendrían que vivir un ensañamiento cargado de odio y de sadismo que solamente se puede definir como demoníaco. Desde el 17 de julio del 1936, cuando comienza el Alzamiento Nacional al 1 de abril del 1939, voy a hacer un somero balance de lo que supuso en dicha guerra la persecución y aniquilamiento sistemático de todo lo que “sonaba” u “olía” a católico. En cuanto a obispos se refiere, fueron asesinados 12 obispos y un Administrador Apostólico; igualmente 4.184 sacerdotes, incluidos los seminaristas seculares; 2.365 religiosos y 296 religiosas. En Toledo fueron robados los objetos litúrgicos y las obras de arte de la Catedral. La Iglesia Mayor de Santa María de Castellón fue incendiada el 24 de julio y demolida meses después por el Comité Local a pesar de ser declarada el año 1931 monumento histórico-artístico nacional.

Luis Companys

 En las diócesis de Cataluña por influencia directa del presidente de Cataluña Luis Companys fueron asesinados 1.536 sacerdotes diocesanos sin incluir a los miembros de las Órdenes religiosas, la mayoría están enterrados en las fosas comunes del cementerio de Montjuic.

 En las cuentas globales de los martirizados en Cataluña entre clero y seglares fueron asesinadas 8.500 personas. En Lérida 270 sacerdotes el 65% de la diócesis. Tortosa 316 sacerdotes el 62%. Vic 177 sacerdotes el 27%. Barcelona 279 sacerdotes el 22%. Gerona 194 sacerdotes el 20%. Solsona 60 sacerdotes el 13%.

 En Barcelona — diócesis — fueron destruidos entre iglesias y conventos 500 templos sólo se salvaron 10.  En Manresa se destruyeron las 7 parroquias.

 Fueron destruidos por el fuego 464 retablos y 244 órganos. Se destruyó el 45% de los archivos eclesiásticos.

 Los hermanos hospitalarios de San Juan de Dios tenían un hospital en Carabanchel Alto donde cuidaban a enfermos de epilepsia, los milicianos de Boadilla del Monte los asesinaron y seguidamente los enfermos protestaron amargamente, los milicianos no tuvieron piedad y asesinaron a los 13 enfermos. El número de mártires de la Guerra Civil de los Hermanos de San Juan de Dios fue 97 hermanos.

 La Orden de los Agustinos fue una con mayor número de mártires en Madrid, con 78 frailes provenientes del Escorial, fueron asesinados en Paracuellos en las famosas sacas. El número total de agustinos martirizados en España fue 155 frailes.

 Como característica es que en las prisiones los que eran religiosos atendían espiritualmente a los que estaban con ellos. Se confesaban, rezaban el rosario, etc.

Hechos previos al Genocidio de Paracuellos

  Los criterios que utilizaban los milicianos para escoger a las personas e incluirlos en las sacas para ejecutarlas eran las siguientes; pertenecer a un partido opuesto al partido de la izquierda o ser de la ideología de derechas, pertenecer al clero o ser religioso católico, pertenecer a la burguesía o a la aristocracia o haber tenido actitudes antirrevolucionarias, ser católico, pertenecer a alguna asociación de derechas o católica.

Los trenes de la Muerte de Jaén

  Nada más empezar la guerra, en el Frente Popular se cometieron matanzas significativas en las que los detenidos no tenían ningún derecho procesal con o sin tribunales populares. Las matanzas más significativas fueron las del Cuartel de la Montaña, los trenes de la Muerte de Jaén, las matanzas de la Cárcel Modelo, la de las Ventas, las de Boadilla y Arabaca. Estas matanzas se llevaron a cabo en los comienzos de la contienda, marcadas por la violencia, el odio y el ensañamiento. Conforme avanzó la guerra, se relajaron las matanzas, pero nunca desaparecieron del todo. Siempre se mantuvo una continua represión hasta el último momento, como fue el asesinato del obispo de Teruel, don Anselmo Polanco asesinado el 7 de febrero del 1939, a tan solo unas semanas del final de la guerra.

                                             Las checas

                       Las cárceles privadas del terror y la tortura

Checas de Madrid

   Otro de los sucesos negros y luctuosos de la guerra civil fue la creación de las checas, por los partidos y sindicatos que conformaban el Frente Popular y todo lo que rodeaba la simbiosis de la izquierda; eran cárceles privadas donde se torturaba de forma física y psicológica a los detenidos; los comisarios políticos de la Unión Soviética perfeccionaron los sistemas de tortura. En lo que a los católicos se refiere, se les interrogaba e intentaba que renegaran de su fe, pero ni un solo caso haya registrado de que nadie renunciara a su fe o blasfemara. Estas cárceles estaban distribuidas por las principales ciudades de la zona del Frente Popular. Madrid dispuso de 331 checas y, al final de la guerra, se mantuvieron 133.

Paracuellos, el Katyn español

 Paracuellos es el silencio de los mártires que clama al cielo, a la tierra y a los españoles de bien para no caer en el olvido y luchar por un mundo reconciliado, en paz, sin odios. La sangre de los mártires fue semilla de paz y reconciliación, hay que perdonar, pero no olvidar porque  no pueden caer en el olvido los mártires de la Guerra Civil hay que recordarlos para que los hechos trágicos que causaron la Guerra y lo que sucedió en la Guerra sirvan de antídoto para que jamás se repitan, ya que todos los mártires que murieron perdonando son un principio para evitar odios, discordias de los que maliciosamente quieren con la mentira y leyes injustas  volver a crear división, violencia y odios entre los españoles.

 En octubre, el ejército nacional llegó a las puertas de Madrid, el gobierno del Frente Popular huyó a Valencia; ante la posibilidad de que los 10.500 presos de Madrid fueran liberados, las autoridades del Frente Popular empezaron a sacarlos de las cárceles para fusilarlos. Paracuellos del Jarama fue escogido por su cercanía.

  Entre el 7 de noviembre del 1936 y el 3 de diciembre del mismo año fueron fusiladas unas 6.000 personas — hay historiadores que tienen diferentes cifras —, pero la más realista es la que incluyó: de los asesinados, 237 eran miembros del clero católico. Paracuellos tiene los enterramientos divididos en 7 fosas comunes.

 En Soto de Aldovea fueron fusilados 414 personas que posteriormente fueron enterradas en la tercera fosa de Paracuellos.

                    Barbastro, el odio y el ensañamiento inhumano

  El caso de los mártires de la diócesis de Barbastro fue llevado al extremo de ensañamiento sádico, inhumano y demoníaco. El 88% de sus sacerdotes fue martirizado, murieron todos frailes y religiosos y unos 800 seglares fueron asesinados.

Don Florentino Asensio

  El caso del obispo de Barbastro don Florentino Asensio fue especialmente cruel y sádico; le hicieron bastantes cortes en su cuerpo, con amputaciones, entre ello sus testículos que fueron mostrados por los milicianos por la calle y por los bares como si fuera un trofeo; el 9 de agosto fusilaron a sus compañeros excepto a él, ya que no le fusilaron para que muriera desangrado lentamente.

 Los Misioneros Claretianos del Corazón Inmaculado de María tenían un seminario en Barbastro eran entre religiosos y seminaristas 51, todos fueron detenidos y juntados con 9 escolapios, fueron llevados a las escuelas Pías y juntados igualmente con 19 benedictinos provenientes del Monasterio del Puello. Fueron víctimas de humillaciones y torturas; fueron ejecutados por grupos, empezando por los superiores el 2 de agosto, el 13 y el 15 de dicho mes. Al conocerse el martirio de estos sacerdotes y seminaristas, el mundo se conmovió con la entereza con la que fueron al martirio; iban alegres, contentos y perdonando a sus verdugos. Uno de ellos dejó una carta que se conserva perdonando a sus verdugos y señalándoles que estaban sometidos a errores sociales y eclesiásticos. Los milicianos que cometieron los asesinatos provenían de Barcelona, eran unidades anarquistas de la columna Ascaso o el Batallón de la Muerte, eran unos 1.500, algunos eran presos liberados, asesinos, delincuentes.

Don Salvio Huix Miralpéix.

 Estos mismos, cuando pasaron por Lérida, asesinaron a 74 personas, 270 sacerdotes y, entre ellos, a su Obispo don Salvio Huix Miralpéix.

 Dichas milicias antes de ir a Lérida pasaron por Cervera, destruyeron la universidad atrapando a estudiantes de Teología Claretianos, algunos huyeron, pero los milicianos de retaguardia los atraparon y 60 claretianos fueron capturados y asesinados.

 El Frente Popular tiene en su haber la destrucción de. las Universidades de Oviedo, El Escorial, Cervera y Comillas. En El Escorial, Cervera y Comillas asesinaron a sus profesores y alumnos católicos.

 Al principio de la guerra las regiones del Frente Popular como Asturias, Vizcaya, Cantabria, Vizcaya y Guipúzcoa; fueron testigos de crueles asesinatos como fue el de los mártires de Nembra  (Asturias), entre ellos mineros católicos, fueron degollados y su sangre fue utilizada para hacer morcilla. En Santander más de 100 presos fueron sacados de las Checas,  atados a hierros y a piedras y tirados al mar. En las zonas rurales del Frente Popular fueron asesinados miles de mártires anónimos protagonizados por sacerdotes y seglares.

 En Jaén a los sacerdotes de la Merced los sacaron a la calle y los persiguieron por la carrera agrediéndolos y finalmente murieron apuñalados.

Don Manuel Medina Olmos

  Miles de hechos se podrían mencionar de la crueldad, odio, persecución hacia la iglesia católica y a sus miembros, en la etapa de la IIª República y de la guerra civil fruto de una siembra de odio, rencor, manipulación  desde bastante tiempo atrás de forma ideológica y muy bien diseñada en la que la Masonería tiene la máxima implicación como por ejemplo en Almería estaban presos los Obispos de Almería don Diego Ventaja y de Guadix don Manuel Medina Olmos, estaban detenidos en el barco prisión Astoy Mendi, la Logia Masónica de Almería dio la orden de la ejecución de los dos prelados. Fueron asesinados y quemados el 30 de julio del 1936.

                                           El Patrimonio

 En cuanto al patrimonio histórico-artístico religioso y cultural destruido, las pérdidas son incalculables e irremplazables; saqueos, robos, incendios, profanaciones, sacrilegios. destrucción Etc.

 Se actuó impunemente con la complicidad de las autoridades que no dieron órdenes para que las fuerzas de seguridad evitaran tal destrucción.

Y a tal acción destructora deberemos prestar, en su momento, detallada atención.

Manuel López Gómez

Orden Franciscana Seglar

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