Consagración de la Misión de San Diego (16 octubre 1776)

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La misión franciscana de San Diego fue el origen de la actual ciudad de San Diego, situada a 168 kilómetros al sur de Los Ángeles y a unos 700, también al sur de San Francisco, en la costa del Pacifico en California. Fue la primera misión franciscana de una serie de 21 misiones que consiguieron consolidar la presencia de España y de la religión católica en el último cuarto de siglo del XVIII y primero del XIX.

Juan Rodríguez Cabrillo

La historia de la presencia española en la zona se remonta a 1542, cuando Juan Rodríguez Cabrillo, siguiendo órdenes del virrey Antonio de Mendoza y Pacheco, descubrió la bahía de San Diego. Su misión era tan solo de exploración y se limitó a tomar nota de su situación. Tuvieron que pasar sesenta años, para que en 1607 otro explorador español llamado Sebastián Vizcaíno, confirmara los datos de Cabrillo. Esta vez el objetivo de la expedición era más concreto. Se buscaba un lugar apropiado para acoger el galeón de Manila, que llegaba agotado tras meses de navegación y que debía todavía bajar hasta Acapulco. En su expedición viajan cosmógrafos muy competentes que le ayudaron a confeccionar mapas muy precisos de las costas californianas. Su trabajo fue fundamental para posteriores expediciones pero no se realizaron asentamientos permanentes.

Hubo que esperar a hasta finales del siglo XVIII, para que la presencia española oficial se hiciera efectiva en la zona. El gobierno de Carlos III tuvo conocimiento que cazadores de focas rusos estaban estableciendo factorías semipermanentes en las costas americanas del Pacifico y se decidió planificar una colonización sistemática en las costas de California. La empresa se diseñó fundamentalmente como terrestre, partiendo del norte de Nueva España.

Fueron un total de cinco expediciones que se organizaron y se encomendó la tarea a la Orden Franciscana. A pesar que se conocía la reticencia de los indígenas del norte de Nueva España para abandonar su vida nómada, se privilegió la política de los franciscanos que intentaban siempre atraer a los indígenas, haciéndoles ver las ventajas de la vida sedentaria frente a la política de mano dura y conquista que hubiera empleado cualquier militar. Tampoco se alentó la migración masiva desde Nueva España o desde la Península. La intención era de construir asentamientos que dieran derechos de reclamación permanentes sobre los territorios.

fray Junípero Serra

El caso es que en 1764, fray Junípero Serra, fundó la primera Misión de San Diego que tuvo una efímera historia. El mismo año, se propagó una epidemia entre los indígenas y éstos achacaron la desgracia a la venida de los recién llegados. Atacaron la misión que no disponía de instalaciones militares, la destruyeron y saquearon.

Hubo un segundo intento en 1774, trasladando la ubicación cerca del rio San Diego, pero nuevamente los indígenas atacaron y destruyeron la Misión un año más tarde. Los indígenas mataron a numerosos residentes que no consiguieron refugiarse en los pocos edificios que resistieron. Según testimonios presenciales, Fray Lluís Jaume Vallespir, franciscano nacido en la isla de Mallorca, intentó dialogar con los atacantes, pero fue martirizado ante la impotente mirada del resto de la comunidad. Nuevamente la misión fue abandonada.

El nuevo y definitivo tentativo fue obra de Junípero Serra en persona. El 16 de octubre de 1776, se consagró la nueva misión, que esta vez se diseñó como fortificación militar o sea un presidio, con su dotación militar fija. Esta vez hubo éxito y veinte años más tarde, se contabilizaban 20.000 ovejas, 10.000 vacunos y 1.250 caballos. Todo un éxito económico que se acompañó con una labor apostólica que consiguió sacar de las creencias sincréticas a los indígenas.

En 1803 los edificios fueron destruidos, esta vez por un fenómeno natural, un terremoto, pero la vitalidad de la misión y la ayuda de España, consiguió reconstruirla, terminándose las obras en 1813.

Los verdaderos problemas llegaron con la independencia de Méjico. Decretos de secularización, abandono institucional, pérdida de titularidad frente al gobierno estadounidense, hizo que la misión quedara en ruinas en 1862, cuando los EEUU devolvieron la propiedad a la Iglesia Católica, que con el impulso de las religiosas de San José Carondolet, reconstruyó el edificio principal, siendo sede de la parroquia en 1941 y declarada basílica menor en 1976.

Esta es la resumida historia de una empresa, que llevó la civilización y la cultura católica a la California de EEUU, de la mano de la Corona Española, de la Orden Franciscana y de unos mallorquines que dieron su vida por sus ideas en aquellos lejanos confines. Recalcamos lo de mallorquines, ya que tanto Junípero Serra como Lluis Jaume eran oriundos de las Islas Baleares, uno de los componentes de Los Paises Catalanes, que según algunos nunca tuvieron nada que ver con las empresas y proyectos de la Corona Española.

Manuel de Francisco Fabre

Misión San Diego de Alcalá – Wikipedia, la enciclopedia libre

https://www.hispaniccouncil.org/7337-2/

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