ANSALDO VEJARANO, SAGA DE AVIADORES

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Misericordia Vejarano y Cabarrús

Los Ansaldo eran de origen italiano, establecidos en España desde hace muchos años. La saga Ansaldo Vejarano se inició cuando Francisco de Asís Arnaldo Otálora Ferraro e Izar, también conocido como Vizconde de San Miguel, nacido el 26 de junio 1857, abogado, Diputado a Cortes por el Distrito de Vergara y Comendador de la Orden de Isabel la Católica se casó con María de la Misericordia Vejarano y Cabarrús nacida en 1868. De esta unión nacieron seis hijos, que todos fueron aviadores, y llegaron a reunir una Cruz Laureada de San Fernando, tres Medallas Militares individuales y una Medalla Aérea.

Francisco de Asís Ansaldo Vejarano

De entre los hermanos, y uno de los mejores pilotos de su bando y que volaba normalmente hidroaviones fue Francisco de Asís. Nacido en Madrid el 17 de noviembre de 1873, se casó en la iglesia de San Jerónimo la Real el 1 de julio de 1927 con María Ignacia Bernardo de Quirós y Arguelles, siendo padre de Juan Antonio. Fue Auditor de brigada.

Obtuvo el título de piloto de aeroplano de la Federación Aeronáutica Internacional en 1923 y en 1927 el de piloto militar. Durante la Guerra Civil realizó numerosos vuelos de combate y reconocimiento y en 1940 se le asignó el cargo de teniente coronel del Arma de Aviación. Falleció el 13 de septiembre de 1946 en Sevilla, habiéndosele concedida la Medalla Cruz de Guerra. 

Joaquín Ansaldo Vejarano

Fue un coronel de aviación, nacido entre los años 1873 y 1927, que obtuvo la medalla militar individual, casado con Margot Soriano y Sánchez-Eznarriaga. Falleció en Madrid, el 7 de junio 1982, a quien siguió pocos meses después, el 29 de agosto, su esposa.

Enrique Ansaldo Vejarano

Aviador fallecido en 1966 que había obtenido la Cruz de Guerra. Casado en septiembre de 1930 en la capilla Príncipe Pío de Madrid con Rosa Martínez de Campos de cuyo matrimonio nacieron sus hijos Enrique y Martina.

Ignacio Ansaldo Bejarano

Nació en Carabanchel Alto el 8 de agosto de 1903. Ingresó en la Academia de Infantería en 1922 y una vez promovido a alférez, y tras un corto paso por unidades de su Arma, pasó a la Aviación Militar, y ya con el título de piloto fue destinado, en 1926 al Grupo 21, estacionado en el aeródromo de Getafe; ascendiendo a teniente al año siguiente, y obtuvo el título de observador en 1928.

 A consecuencia de un gravísimo accidente de vuelo sufrido en 1930 quedó su cuerpo destrozado, y aunque merced a su robusta naturaleza logró conservar la vida, perdió la pierna derecha que hubo de serle amputada. Se negó a dejar de volar, y tras un penosísimo período de adaptación — que su enorme voluntad hizo que fuera corto —, aprendió a manejarse con su pierna ortopédica hasta conseguir, pese a la fuerte y lógica oposición que encontró, permanecer en el Servicio de Aviación como piloto en plena actividad. Uno de los mandos que tuvo fue la Escuela de Pilotos en la Basa de La Parra, Jerez de la Frontera, y como anécdota se comentaba que al tener amputado el pie derecho, en los pedales del aparato era ayudado por el mecánico de abordo.

coronel Beorlegui

En julio de 1936 se encontraba en Biarritz y cruzó inmediatamente la frontera para incorporarse a la columna del coronel Beorlegui con la que, participó en los combates para la conquista de Oyárzun, mostrando su extraordinario valor y su gran capacidad de resistencia, incomprensible dada su mutilación. En agosto se reintegró a Aviación, siendo destinado al grupo de Dragones con el que tomó parte en las operaciones del frente de Vizcaya; el 16 de noviembre su avión fue seriamente alcanzado por el fuego antiaéreo enemigo, pero logró regresar a la base; actuó contra los puertos enemigos del Cantábrico y en los frentes de Santander y Asturias.

Ascendido a capitán en diciembre, fue designado profesor de la Escuela de Observadores, pero no iba con su carácter permanecer en un puesto que él veía sedentario, y logró que le dieran el mando de una escuadrilla de biplanos Romeo 37 con la que, en febrero de 1937, tomó parte en la batalla del Jarama, teniendo que afrontar los ataques de la agresiva y poderosa caza enemiga y las fuertes barreras antiaéreas en aquellos durísimos días en que, por primera vez en la guerra de España, se enfrentaban en campo abierto dos potentes ejércitos. Más tarde participó en los duros combates de Brunete y luego a mandar una escuadrilla de trimotores de bombardeo, Savoia 79, distinguiéndose en la batalla de Teruel, en la del Alfambra, así como en el verano y otoño de 1938 en las márgenes del Ebro, resultando herido a consecuencia de un ataque de la caza enemiga a su formación, sin que esto fuera bastante para alterar el curso de la misión que fue rematada. Le fue concedida la Medalla Militar individual y realizó durante la campaña seiscientas horas de vuelo.

Cant-Z 506

Al llegar la paz y ascendido a comandante, mandó el 53 Grupo de Hidros en la base de Pollensa, Mallorca, en aquellos difíciles años en que España a duras penas podía mantener su precaria “neutralidad” en el conflicto que asolaba a Europa, primero, y al mundo más tarde; los hidros de aquella base mantenían la vigilancia de las aguas españolas. En un vuelo de patrulla, el Cant-Z 506 que pilotaba, sufrió una parada de motor seguida de incendio que, al no poder ser sofocado, obligó a tomar agua al sur de Cabrera, y a abandonar el aparato, manteniéndose a flote con su tripulación, con los chalecos salvavidas hasta ser recogidos por un hidroavión británico. Estuvo destinado posteriormente en el 31 Regimiento de Asalto, y en el Regimiento Mixto n.º 3, y al ascender a teniente coronel en 1945 fue designado jefe de la Escuela de Polimotores.

Dos años más tarde fue nombrado jefe del Estado Mayor de la Zona Aérea de Baleares, y en el desempeño de este puesto desapareció con su avión Heinkel 111 en el mar y su tripulación en el curso de un vuelo de Albacete a Son San Juan, en la noche del 16 de enero de 1961. En el momento de su muerte llevaba treinta años volando con una pierna ortopédica, y había realizado más de cuatro mil horas y efectuado doscientos ochenta servicios de guerra. Por encontrarse en posesión de la Medalla Militar, fue ascendido al empleo de general de Brigada a título póstumo.

Juan Antonio Ansaldo Vejarano

Juan Antonio Ansaldo Vejarano

Juan Antonio Ansaldo Vejarano fue un militar y conspirador español que destacó durante la época de la Segunda República y la guerra civil española. Nació el 24 de junio de 1901 en Arechavaleta un pueblo del valle de Leniz (Guipúzcoa). Licenciado en Derecho a los veinte años de edad, ingresó como teniente en el Cuerpo Jurídico Militar en 1923, pasando a la Aviación Militar al tener el título de piloto civil de aeroplano, incorporándose al Aeródromo de Nador en Melilla, destinado al 4.º Grupo de Escuadrillas de Marruecos, y allí formó parte de la 1ª Escuadrilla de Bristol.

Casado el 26 de mayo de 1930 en San Fermín de los Navarros con Pilar San Miguel y Martínez de Campos, hija de los marqueses de Cayo del Rey.​ Su esposa obtuvo en septiembre de 1930 el título de piloto en Carabanchel, teniendo a su marido como profesor.​ Fue la tercera aviadora española en 1930.

En 1921 Abd-el-Krim adquirió tres aviones tipo Durall o Potez-15 en Argelia que iban a bombardear Melilla y el Peñón de Alhucemas. Uno de ellos fue destruido por Juan Antonio Ansaldo después de sobrevolar, en vuelo de prueba, el peñón. El 23 de marzo de 1924, despegó del aeródromo de Tauima con dirección a Tizzi Moren, en el avión Havilland n.º 51, para destruir un aeroplano enemigo que se descubrió el día anterior escondido en una excavación, inutilizándolo mediante un ataque con bombas y fuego de ametralladora, batiendo además los nidos de ametralladoras que Abd-el-Krim había dispuesto para su protección. Pese a resultar herido gravemente en la pierna izquierda, continuó el ataque, aterrizando en el campamento de Tafersit una vez agotadas bombas y municiones de ametralladora, tomando tierra con el avión intacto y él en estado muy grave por la gran cantidad de sangre perdida. Por esta acción, Juan Antonio Ansaldo le fue concedida en diciembre 1926 la Cruz Laureada de San Fernando, impuesta en el parque de El Retiro de manos del rey Alfonso XIII y en presencia del general Primo de Rivera el 15 de mayo de 1927.

general Sanjurjo

Cuando la II República fue proclamada causó baja de las filas del Ejército por ser un ferviente monárquico. Era jefe de los activistas monárquicos contra la República y miembro de Acción Española. Participó en La Sanjurjada, fallido golpe de Estado protagonizado por el general Sanjurjo el 10 de agosto de 1932.

Amigo personal de Julio Ruiz de Alda, aviador militar retirado por la ley de Azaña, se incorpora a Falange Española en 1934 a requerimiento de grupos monárquicos y reaccionarios,​ siendo nombrado Jefe de Objetivos, es decir, encargado de los grupos paramilitares de choque de Falange. A partir de entonces, se pone al frente de diversas acciones violentas cometidas por estas milicias.

Convencido de que existía un plan para acabar con Falange, propone al Triunvirato Nacional la aplicación de represalias generalizadas, a lo que se opone José Antonio Primo de Rivera. Este desacuerdo produce tirantez y Ansaldo comienza a conspirar para desplazar a José Antonio del mando. Sus planes conspirativos pasaban por la propia eliminación física. Ansaldo fue expulsado y la Primera Línea de Madrid quedó disuelta ante las sospechas de infiltración de elementos monárquicos y derechistas afines a Ansaldo.​

Participó en la preparación del alzamiento de 1936 y se incorporó a la conspiración, llegando a Estoril, donde se encontraba exiliado el general Sanjurjo, con intención de trasladarlo en avión a la ciudad de Burgos para incorporarse como jefe de la sublevación. Ansaldo advirtió al general de que lleva el depósito lleno de combustible, que la pista era corta y con árboles al final, y que por lo que observaba, el maletón que transportaba el ayudante del general pesaba demasiado. El general le respondió que no pensara que iba a llegar a Burgos sin sus uniformes de gala y condecoraciones cuando tan cerca estaba la entrada triunfal en Madrid.

“De Havilland Puss Moth

El avión “De Havilland Puss Moth”, pilotado por Juan Antonio Ansaldo, despegó el 20 de julio de 1936 del hipódromo portugués de La Marinha, cerca de Cascaes, pero una de sus ruedas dió en la copa de uno de los árboles del final de la pista. Ansaldo al ver que perdía altura intentó un aterrizaje forzoso en una campa contigua que acababa en una cerca de piedra sobre la que se estrelló la avioneta que acabó ardiendo, quedando herido y con quemaduras de importancia Ansaldo y falleciendo Sanjurjo como consecuencia de una fractura de cráneo.

A pesar de no estar aún repuesto de sus heridas, se incorporó a las Fuerzas Aéreas del Norte el 7 de agosto en Burgos, tomando el mando en noviembre de un grupo mixto con aviones de diversos tipos. En febrero de 1937, recibió el mando del grupo de aviones Romeo 37, combatiendo en la batalla del Jarama en febrero y de Brunete en julio, tomando el mando de un grupo de bombarderos Savoya 81, en octubre de 1937. Continuó combatiendo varios meses hasta que resentido de las heridas de Cascaes se ve obligado a ingresar en un Hospital en 1938 y tras recuperarse recibió el mando de un Grupo de bimotores Caproni 130 con el que combatió en la batalla del Ebro. Terminada la guerra ocupó diversos puestos en el nuevo Ejército del Aire. Llegada la paz, fue nombrado Jefe de la 2ª Escuadrilla de la 2ª Región Aérea hasta que, ascendido a teniente coronel en 1940, fue designado Agregado Aéreo a las Embajadas de España en París y Londres. Dos años más tarde cesó como Agregado Aéreo y, como fervoroso monárquico, se exilió en 1943 a Francia, donde murió, en San Juan de Luz el 20 de abril de 1958, sin haber regresado a España.

Cruz Laureada de San Fernando

Además de la Cruz Laureada de San Fernando, Ansaldo recibió numerosas recompensas, entre las que destacan la Medalla Militar, dos Cruces de Guerra, cinco Cruces de 1.ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo, tres Medallas de Sufrimientos por la Patria, Medalla de la Campaña 1936-1939, Medalla Militar de Marruecos con pasadores “Ceuta” y “Melilla”, Medalla de la Paz de Marruecos, Cruz del Mérito Militar de Italia, Cruz de la Orden del Mérito del Águila Alemana y comendador de la Orden de la Corona de Italia.

José María Ansaldo Vejarano

Nacido en Madrid el 25 de marzo de 1899, fue piloto militar de la 2.ª Promoción de Pilotos de Tropa (Complemento) y pionero de la aviación comercial como piloto de Transportes Públicos. Se educó en el colegio de los Agustinos de El Escorial y estudió ingeniería en la Real Escuela de Ingenieros Electricistas de Sarriá (Barcelona), ingresando en la caja de reclutas de Artillería en el año 1920. En febrero de 1921 fue declarado artillero de 2.ª siendo aceptado, en julio, como sargento de complemento y alumno piloto en la escuela militar del aeródromo de Gamonal (Burgos), completando su formación como piloto de guerra en Cuatro Vientos (Madrid). El título de piloto lo obtuvo en junio de 1922.

Reprobado en las pruebas para suboficial, causó baja en Artillería pasando al Servicio de Aeronáutica Militar. Destinado en África ascendió a alférez, volando como piloto en misiones de guerra en la 1.ª Escuadrilla Bristol del 4.º Grupo con base en Nador (Melilla). En el año 1924, encontrándose en la situación de supernumerario en el Ejército, realizó trabajos de fotogrametría para la CETFA, siendo contratado, al inicio de 1925, por la recién creada compañía Unión Aérea Española que comenzó a operar con material Junkers F-13, avión que fue alquilado por la Cruz Roja española para el transporte de heridos en las operaciones del desembarco de Alhucemas, pilotado por los pilotos Coterillo y Ansaldo hasta que, finalizadas las operaciones militares, el avión se reintegró a los vuelos de transporte de pasajeros entre Sevilla, Granada, Málaga y Madrid inaugurando la línea Sevilla- Lisboa en el año 1926.

El 28 de mayo de 1927 se organizó una gran fiesta de la Aviación en Sevilla con la asistencia de SS. MM. los Reyes. Una de las atracciones de esta fiesta era el bautizo de un nuevo avión el Junkers G-24 adquirido por UAE, que ese día lo estrenaba realizando el vuelo a Lisboa. Ansaldo tuvo la oportunidad de acompañar al Rey en su visita al avión y pilotarlo a continuación. El Gobierno, en enero de 1928, estimó conveniente reunir a todas las compañías de Aviación en una sola, decretando la creación de una Compañía de Líneas Aéreas Subvencionada. La CLASSA empezó a funcionar al año siguiente con el material y el personal en teoría proveniente de las compañías agrupadas, aunque en la práctica la nueva compañía comenzó a operar con la infraestructura que aportó la UAE.

Margot Soriano

En el año 1929 Ansaldo vivió importantes acontecimientos de muy distinto signo. El 16 de febrero contrajo matrimonio con Margot Soriano, hija del jefe de la Aeronáutica, general Soriano. Fue una boda fuera de lo corriente celebrada en los hangares Loring en el aeródromo de Cuatro Vientos con la asistencia del general Primo de Rivera y la singularidad de que los recién casados, después del banquete, emprendieron el viaje de novios en una avioneta pilotada por ambos, ya que ella también era piloto. Nombrado jefe de Pilotos, el mes de agosto viajó a Holanda para traer en vuelo el primer Fokker VII adquirido por la CLASSA, avión con el que se inauguró la línea Madrid- Biarritz.

Todo discurría con normalidad hasta que el 17 de octubre, cuando aterrizaba en el aeropuerto de Getafe (Madrid), sufrió un grave accidente. En el tramo de final, los tres motores del avión Junkers G-24 MCAFF se pararon debido a un fallo en la operación al cerrar por error la llave de paso del combustible. El avión se estrelló violentamente, con tan grandes desperfectos que fue dado de baja por siniestro total; el piloto Ansaldo resultó gravemente herido con importantes daños en la columna vertebral, lo que le originó grandes molestias y una larga convalecencia. Cuando se recuperó, la sociedad española había experimentado algunos cambios que afectaron notablemente a Ansaldo. Se encontró con que la CLASSA se había transformado en las Líneas Aéreas Postales Españolas, en cuyo organigrama no se había contado con él, viéndose obligado a dar clases en la Escuela de Pilotos Estremera en Cuatro Vientos y aún tuvo tiempo para proyectar y fabricar un motovelero al que bautizó con el nombre de Fabi, por su hija. Producido el cambio de gobierno del año 1934, Ansaldo fue readmitido en la LAPE.

Cárcel de san Antón

Durante la Guerra Civil estuvo en Madrid hasta que, con la guerra prácticamente finalizada, el 18 de enero de 1939 se personó en Talavera de la Reina (Toledo) a la Comisión Unificadora de Prisioneros y Presentados, declarando “que no había prestado ningún servicio en la zona roja”. Ansaldo estuvo preso en la cárcel de San Antón, desde donde escribió al mecánico de la LAPE Francisco Batet, movilizándose éste rápidamente y reuniendo un nutrido grupo de tripulantes (Ernesto Navarro y Soriano, entre otros) que, bien armados, se presentaron en San Antón exigiendo la excarcelación de Ansaldo haciéndose ellos responsables de su seguridad. El 1 de febrero pasó por la escuela de Pilotos de Jerez de la Frontera (Cádiz) para reentrenamiento y el mes de marzo fue destinado al 11-G-25 Grupo en León.

Finalizada la Guerra Civil la aviación comercial pasó a depender del ejército y, una vez creado el Ministerio del Aire, a la Subdirección del Tráfico Aéreo, donde se operaba la flota de aviones civiles bajo la denominación Tráfico Aéreo Español (TAE). El mes de septiembre de 1939, el teniente Ansaldo fue destinado a esta Subdirección con otros siete pilotos, cuatro mecánicos y cuatro radios, formando así el núcleo inicial de lo que poco después sería la compañía Iberia.

Nombrado jefe de Tráfico, tuvo el privilegio de inaugurar muchas de las nuevas líneas que se fueron estableciendo: Londres, Buenos Aires, Guinea y un largo etcétera. En el año 1949 fue el piloto del avión DC-4 que transportó al general Franco en su visita al presidente de Portugal, general Carmona, siendo ésta la primera salida del jefe del Estado a un país extranjero y al año siguiente, Ansaldo fue uno de los pilotos que tripularon el mismo avión DC-4 de Iberia con motivo de la visita que Franco realizó al África occidental española: el Aaiún, Ifni y Villa Cisneros.

Medalla al Mérito al Tráfico Aéreo,

A partir de 1951 su actividad como piloto al mando decreció notablemente y como jefe de Tráfico examinó a todos los pilotos que ingresaron en Iberia hasta el año 1961. Una peculiaridad de Ansaldo era su extrema sordera de la que hacía alarde, lo que le proporcionaba una excelente coartada para seleccionar lo hablado, no oyendo lo que no le interesaba. Millonario en kilómetros volados, fue recompensado con la Medalla al Mérito al Tráfico Aéreo, la Medalla Aérea, la Orden de Isabel la católica y la Medalla de Oro al Trabajo.

Desde que los hermanos Montgolfier inventaron el globo aerostático, muchos han sido los aventureros que han intentado grandes gestas e intentos de batir récords a bordo de estos artilugios voladores. Una de los grandes retos que se empezaron a plantear algunos temerarios, fue la travesía del Atlántico en globo y como era de esperar, algún español tenía que apuntarse al intento. El personaje del que hablamos era el veterano piloto de aviación José María Ansaldo Vejarano, el cual diseño un globo especialmente preparado para tan larga travesía. Pero, antes de acometer tan largo viaje había que probar la fiabilidad del invento y que mejor campo de pruebas que una travesía por el Mediterráneo, cruzándolo desde Palma de Mallorca hasta Valencia.

playa del Arenal

La fecha prevista fue el 25 de agosto de 1959. Como zona de despegue eligió la playa del Arenal, junto a Las Maravillas. Mas de mil personas se reunieron en el lugar, mientras el globo de 7,70 metros de diámetro era desplegado e hinchado con hidrogeno. Como equipo llevaba una emisora de radio de onda media y otra de alta frecuencia, un bote salvavidas, un altímetro y una brújula. En la barquilla, también llevaba leche condensada, mermelada, conservas, fiambres, galletas y doce litros de agua. El despegue fue a las 8 horas y 14 minutos de la tarde, sin ningún contratiempo destacable. Dejándose llevar por la leve brisa de la noche fue avanzando lentamente en dirección a la península. Cuando empezaba a romper el día, había conseguido llegar a la altura de la Dragonera. Después de un cambio de la dirección del aire, fue dando tumbos hacia el sur sobre el área marítima mallorquina, hasta llegar a la altura del Cap Blanc, donde la brisa le volvió a llevar hacia el arenal, donde decidió amarar después de dieciséis horas de vuelo, para ser rescatado por la lancha “Pollensa” perteneciente a la zona de Baleares a bordo de la cual viaja su hermano, don Ignacio Ansaldo, jefe del Estado Mayor de la zona. Desde la zona de amaraje fue dirigido, sano y salvo, al Club Náutico.

El piloto declaró mostrarse muy satisfecho de la experiencia, ya que pudo comprobar el funcionamiento de todos los dispositivos por él inventado y que le permitirán acometer la travesía del Atlántico en globo libre. Lo de menos era llegar a la costa peninsular. Al año siguiente, el 3 de abril de 1960, se dirigió a la isla de Gran Canaria, concretamente a la playa de Las Meloneras, desde donde iniciar la esperada travesía del Atlántico en globo. Después de toda una noche de inflado del globo, bautizado “Canarias”, con más de mil metros cúbicos de hidrogeno y con todo listo para el despegue, alguien se percató de que en la parte alta del aerostato se notaba una abertura por desgarro de la lona y, por la que, poco a poco se inició el escape lento del hidrógeno que el piloto había ido almacenando desde hacía tres meses. La desilusión fue tremenda y Ansaldo, desolado por el fracaso de su aventura de navegar en globo cruzando el Atlántico hasta tierras americanas, ordenó la suspensión de aquel ilusionado intento.

La explicación oficiosa sobre lo ocurrido que circuló en la misma playa fue que al pasar cerca del helicóptero produjo una gran corriente de aire que desplazó a un lado el toldo que lo cubría para evitar el calentamiento del gas, por lo que recibió durante algún tiempo los fuertes rayos solares en pleno mediodía que originaron el ablandamiento del pegue de una de las uniones por cuyo orificio se fue escapando el gas, desinflándose lentamente. José María Ansaldo regresó a la Isla en agosto de aquel mismo año para llevarse a Madrid la esfera voladora con la que intentó vanamente escribir una nueva página de su historia como piloto. Fue su última aventura aeronáutica. Se jubiló en el año 1962 siendo nombrado consejero de Iberia hasta 1970. Falleció en Madrid el 21 de diciembre de 1983.

Jaime Mascaró Munar

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