Santa Rosa de Lima

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Santa Rosa de Lima (1586-1617), identificada como Isabel Flores de Oliva, fue una mística cristiana terciaria dominica canonizada por el papa Clemente X en 1671. La mujer, que resaltó por su belleza y su noble corazón, fue la primera en recibir el reconocimiento canónico de la Iglesia católica. La proclamaron excelsa patrona de Lima.

Isabel Flores de Oliva nació el 20 de abril de 1586 en Lima,3​ la capital del entonces Virreinato del Perú. Fue hija de Gaspar Flores, arcabucero natural de Baños de Montemayor, provincia de Cáceres​ y de María de Oliva y Herrera, hilandera y costurera indígena, natural de Huánuco.​ Además fue la cuarta hija de doce hermanos de los cuales solo se conoce a nueve: Gaspar, Hernando, Bernadina, Francisco, Juana, Antonio, Andrés, Jacinta y Francisco Matia.

 Su vocación

A los 10 años, ayunaba a pan y agua, colocaba maderos en su lecho y virutas y cañas en su almohada, utilizó cilicios para mortificar su frágil cuerpo.

Desde pequeña mostró su vocación por ayudar a los demás, a tal extremo que sus padres pretendieron apartarla de este santo camino para buscarle un matrimonio conveniente, nunca cedió a esas pretensiones.

En 1606 se hizo monja de la orden terciaria de los dominicos. Gozó de una gran reputación por la severa austeridad que practicó y por su dedicación a la oración.

Edificó una ermita en el huerto de su casa donde pasaba las horas orando, y haciendo penitencia y trabajos manuales.

Sus Milagros:

1- Protección de la ciudad de Lima del corsario holandés Joris Spitberg
En 1615, ante el peligro inminente de ser saqueada por el pirata holandés Joris Spitberg, Santa Rosa brindó protección a la ciudad Lima. Spitberg fue contratado por Holanda para tomar por asalto el virreinato del Perú.
Luego de derrotar las tropas del virrey Marqués de Montesclaros en la batalla de Cerro Azul el 18 de julio de 1615, el corsario holandés siguió rumbo a El Callao.
Sus planes eran desembarcar allí y saquear Lima con la ayuda de 300 hombres, que navegaban junto a él en seis navíos a su cargo.
Al llegar el corsario holandés a El Callao se esparcieron rumores de que tomaría el convento de Santo Domingo para profanar el sacramento del altar (por cuanto él era calvinista) y robar sus tesoros.
Entonces, la joven Isabel Flores de 29 años corrió decidida al templo para proteger con su propio cuerpo el altar y la sagrada eucaristía.
Ella estaba dispuesta a morir en defensa de los valores católicos, por lo que suplicó por la protección de Lima a la Virgen del Rosario.
Spilbergen decidió no desembarcar en El Callao ni atacar la ciudad de Lima. Siguió su rumbo hacia Paita y Acapulco y nunca más regresó. El pueblo limeño atribuyó las acciones y plegarias de la santa a un milagro.
Aunque también debe destacarse que el pirata holandés había quedado con sus fuerzas muy disminuidas luego del combate de Cerro Azul.

Perdió una de sus seis embarcaciones y la cuarta parte de sus hombres, además de que fue recibido a cañonazos en El Callao.


2- Lluvia de flores perfumadas frente al Papa Clemente IX
Este es uno de los milagros más conocidos de la santa limeña. Según la leyenda, el Papa Clemente IX estaba escéptico acerca de los poderes y milagros de Santa Rosa y quiso probarlos antes de beatificarla.
Luego de oír los relatos de sus milagros, el Sumo Pontífice habría dicho: “¡Hum! ¡Patrona y Santa! ¿Y Rosa? Que lluevan flores sobre mi escritorio si es verdad”. Entonces comenzó a caer sobre la mesa del Papa una lluvia de rosas que lo dejó estupefacto.
Fue así como entonces aprobó su canonización, y la joven Isabel Flores de Oliva pasó a llamarse Santa Rosa de Lima.

3- Curaba a los enfermos con la imagen del Niño Jesús
Otro de los milagros por los cuales creció el fervor de los limeños hacia Santa Rosa fue la sanación de los enfermos, valiéndose de una estampita de Jesús al que llamaba “niño doctorcito” y rezaba diariamente.
De acuerdo con las historias que se cuentan sobre estos milagros, Santa Rosa era devota del Niño Jesús y tenía en su casa una imagen del Divino Niño.
Los enfermos acudían a ella en busca de cura o consuelo para sus males. Ella amablemente encomendaba su curación al “doctorcito”. A partir de allí, la fe católica en el Divino Niño se extendió por todo el continente.

4- La aparición al pueblo filipino y su protección durante la II Guerra Mundial
Otra de las historias que se cuentan de Santa Rosa es el milagro de su aparición a varios centenares de filipinos que huían del asedio japonés durante la guerra.
Ocurrió durante la ocupación japonesa de las islas Filipinas en las cercanías de un poblado llamado Bucol, después rebautizado como Santa Rosa Laguna.
Mientras las tropas del Ejército imperial avanzaban cerca de ese lugar, la santa peruana hizo su aparición y los condujo hasta un templo cercano donde les ofreció refugio y alimento.
Se dice que una bella dama vestida con túnicas blancas y negras los guió hasta la iglesia, en la parroquia de Santa Rosa.
Una vez dentro ella les ofreció abundante pescado y arroz. Los agradecidos desplazados caían de rodillas al ingresar al templo y reconocer su imagen presidiendo el altar.
Posteriormente las tropas japonesas llegaron hasta la iglesia. Los oficiales que encabezaban el pelotón intentaron ingresar montados en sus caballos, pero fue en vano porque los animales se resistían.

5- Conversar con los animales
Otro de los enigmas en torno a la vida de esta santa es que se le atribuía el poder de hablar y ser obedecida por los animales, al igual que a san Francisco de Asís, san Martín de Porres y san Antonio de Padua.
Se dice que las aves, los animales de corral y hasta los mosquitos la obedecían. Ella afirmaba que normalmente trababa amistad con los animales y les pedía que alabaran a Dios.
Según la leyenda, siendo niña escuchó a su madre decir que mataría a un gallo que ella tenía porque no cantaba. Fue entonces cuando la pequeña le ordenó al gallo cantar y el ave lo hizo, evitando así su condena.


6- El matrimonio místico con Jesús
Contrajo matrimonio místico con Jesús de Nazareth, en el convento de Santo Domingo de Lima. Este milagro también es conocido como el “desposorio místico” entre Jesús de Nazareth y Santa Rosa de Lima.
Sucedió en 1617 durante el Domingo de Ramos; ella tenía 31 años. Al no recibir ninguna palma, Santa Rosa pensó que Dios estaba molesto con ella por alguna ofensa.
Se dirigió a la Capilla del Rosario donde lloró y suplicó por perdón a Jesús, y este le respondió: “Rosa de mi corazón, yo te quiero por esposa”. Ella contestó al Señor que sería su más “humilde esclava”

7- Hacer que brotaran flores en su jardín
La casa donde se crió y vivió Santa Rosa se levantó en 1728. Es un santuario que tiene un pequeño jardín que guarda otro de sus enigmas y milagros.
En esta huerta ella cultivaba con esmero y amor sus flores multicolores, de exquisito perfume y belleza sin igual.
Pero también se dice que de este remanso de paz brotaban espontáneamente hermosas flores a solicitud de Santa Rosa.

8- El milagro del viejo árbol de limón
Un viejo árbol de limón, que según la leyenda fue secado por el Diablo molesto porque Santa Rosa no le hizo caso en una de las tantas veces que la intentó tentar, fue revivido por ella siendo niña y siguió dando frutos.
Sin embargo, los devotos quisieron quedarse con una parte del árbol de limón y le fueron arrancando sus hojas y ramas hasta dejarlo inerte. Del árbol solo se conserva su tronco como testigo del milagroso hecho.

Carolina Campillay 

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1 thought on “Santa Rosa de Lima”

  1. Felicitaciones a Carolina CAMPILLAY, tanto ella (cinco siglos después del encuentro) como su biografiada, Santa Rosa de Lima son ejemplos del humanismo e integración demostrado por la civilización española en America. Nuevamnete: felicitaciones y gracias!!

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